El hermano Agustín Olleta ha fallecido este domingo a los 89 años en la casa que los hermanos Maristas tienen en Lardero.
Aunque navarro de nacimiento, el hermano Agustín ha estado vinculado a La Rioja durante la mayor parte de su vida. Llegó a Logroño en los años 70, y en el Colegio San José desarrolló toda su labor educativa y deportiva. El baloncesto dejó entonces de ser un mero deporte en el patio de Ciriaco Garrido y se convirtió, gracias a su tesón, su impulso, su pasión y su generosidad, en el motor del colegio y sus estudiantes.
Son miles los logroñeses que recuerdan su perenne voz afónica con la que les arengaba, organizaba, dirigía y entrenaba. De su impagable trabajo surgió una extraordinaria generación de deportistas que aprendió los valores del baloncesto mucho antes que a jugarlo. Y de las incansables horas que dedicó a los entrenamientos también obtuvo sensacionales resultados deportivos. Llevó a un equipo de colegio, el Wamba, a ganar campeonatos y jugar en divisiones nunca imaginadas. Y llevó al éxito y al profesionalismo a algunos de aquellos chicos. Salva Díez, Roberto Gómez o Alfredo Aranda fueron los que llegaron más lejos.
El funeral por el Hermano Agustín se celebrará este martes 19 de marzo en la capilla de los Maristas de Lardero.
En mayo de 2022 el colegio Maristas Sarriguren de Pamplona, en donde pasó gran parte de sus últimos años, le rindió un homenaje.
