Los vecinos del Casco Antiguo de Calahorra se están acostumbrando ya a la angustia de esperar el momento en el que el estado de ruina de muchos de sus edificios se traduzca en un nuevo derribo, como el que se ha producido en la madrugada de este sábado en el número 5 de la calle del Olivo.
El desprendimiento de la fachada del inmueble se produjo en torno a las tres de la madrugada y, por fortuna, no había nadie en su interior al tratarse de un edificio desocupado. Hasta el lugar del suceso se desplazaron varias dotaciones de los Bomberos del CEIS, la Policía Local de Calahorra y la arquitecta municipal.
El derrumbe ha provocado el corte de la calle del Olivo, mientras desde el Área de Urbanismo trabajan en la redacción del informe que declarará el inmueble en estado de ruina inminente.
El suceso de la madrugada de este sábado se ha producido a escasos metros del derrumbe de un edificio de tres plantas a mediados del pasado mes de noviembre. En aquel momento, un hombre de 66 años pudo escapar de los escombros por un golpe de fortuna. En esta ocasión, también por suerte, no ha habido que lamentar daños personales.
