La hostelería, siempre en movimiento, se regenera casi constantemente, y después del mal intento de Donde Fede con las tortillas de patata, un nuevo proyecto ha surgido en esta puerta de acceso a la calle Laurel. De Fede a Floren. Que con su cueva de champiñones y sepia a la plancha seguirá en la calle San Juan y se amplía en la calle Laurel.
No cierra uno para tener otro. Dobla esfuerzos para estar en un sitio y en el otro. En la San Juan, en un local amplio y cómodo, ha logrado una clientela fija, que ya tienen por tradición pasarse por la San Juan para ir a la Cueva de Floren donde preparan champiñones y sepias a la plancha.
Ahora llega a La Laurel con la intención de hacer lo mismo, y recuperar para la ciudad un espacio muy bien ubicado para ampliar hacia la calle Capitán Gallarza el ambiente de La Laurel. Ya está en este local La Cueva de Floren, con la plancha siempre encendida para presentar a los clientes sus dos especialidades. Es su apuesta, que se ha hecho un hueco en la San Juan, y quieren hacer lo mismo en La Laurel.
