El Rioja

Rioja se aprieta el cinturón y rebaja su presupuesto un cinco por ciento

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja ha aprobado este martes el Presupuesto de Gastos Ordinario, Adicional y Extraordinario para el ejercicio 2024 con una cuantía de 15,72 millones de euros. Una partida inferior a los 16,65 millones iniciales que se habían presupuestado para el presente año cuando se pensaba en incrementar un 0,5 por ciento los de 2023 (16,57 millones de euros).

Esa propuesta de 16,65 millones, sin embargo, fue tumbada hace unas semanas por las cooperativas (FECOAR) al defender una rebaja del cinco por ciento en cada uno de los apartados alegando una “situación coyuntural de crisis” en la que no debería haber unos “presupuestos expansivos”, obligando así a prorrogar las cuentas.

El descenso en las cuentas pedido por FECOAR se ha cumplido ahora gracias al voto favorable de Grupo Rioja, que asegura que “hubiera preferido otro acuerdo” aunque cree “más necesario que Rioja tenga ya unos presupuestos”, así como a la abstención de ARAG-ASAJA.

Así, la rama comercializadora ha otorgado 95 de 100 votos a favor (ABC también ha dado el ‘sí quiero’ a las cuentas), las cooperativas han aportado otros 38 favorables (FECOAR y UCAN) y por la parte viticultora ha habido cuatro votos a favor gracias a UAGN. Junto a ARAG-ASAJA (34 votos) también se ha abstenido ARAEX (2) y en contra de las cuentas ha habido 27 votos debido a la negativa de ABRA (3), UAGR (8), UAGA (7), UPA (6), y Dolare (3).

En total, 137 votos favorables, 36 abstenciones y 27 votos en contra. Café para los muy cafeteros. Como las decisiones en el Pleno del Consejo deben aprobarse con el apoyo del 75 por ciento, en este caso eran necesarios 123 de 164 votos al descontarse las abstenciones. El escenario que se dibuja ahora es una reducción total del cinco por ciento que se distribuye así:

– 5,3 millones para gasto ordinario (personal, bienes y servicios, inversiones, comunicación).
– 1,4 millones para gasto adicional (control en contraetiquetas, tarjetas de vendimia, control de puntos de venta, protección del paisaje).
– 9,15 millones para gasto extraordinario (plan estratégico de marketing y comunicación).

Un presupuesto que en el caso del ordinario se financia al 74,5 por ciento por el sector comercial y al 25,5 por ciento por el sector productor, mientras que el extraordinario y el adicional se financian al 50 por ciento. En resumen, los tres presupuestos serán sufragados por el conjunto de bodegas y viticultores que integran la DOCa a razón de un 58,2 por ciento y un 41,8, respectivamente.

“Más drástico hubiera sido mantener la prórroga”, apuntan desde FECOAR. La Federación de Cooperativas celebra el acuerdo alcanzado “acorde a las necesidades y realidades de un sector en crisis” y recuerda que la financiación de todos los gastos del Consejo está sufragada en su mayoría por el propio sector. “Seguimos apostando de forma fuerte por el trabajo promocional así como por la labor de gestión y control de nuestra DOCa, demostrando que hemos sacado adelante unos presupuestos que engloban en la misma realidad al sector y al Consejo”.

El pleno extraordinario, sin embargo, ha contado con discrepancias. La organización agraria ARAG-ASAJA opina que esto “significará un recorte en las partidas económicas destinadas al control de la calidad de las uvas y los vinos de Rioja, así como a la promoción. Dos cuestiones indispensables para superar la crisis de excedentes y aumentar las ventas. La rebaja planteada podría comprometer las acciones previstas en dichas materias, lo que implicaría consecuencias negativas para todos los operadores del sector, pero fundamentalmente para el eslabón más débil, los viticultores”, remarcan.

Desde la organización lamentan que “las discrepancias internas no dejen avanzar en la consecución de los objetivos que para todos los agentes implicados en la DOCa Rioja debieran ser prioritarios, por encima de las diferencias: que el sector recobre su fortaleza y su autonomía, así como que los viticultores puedan recuperar la rentabilidad de sus explotaciones tras cuatro años consecutivo de pérdidas. Y esto no será posible sin un control de la calidad y una inversión en promoción nacional e internacional que ayude a recuperar las ventas”.

Por todo ello y dado que la propuesta de FECOAR no ha sido consensuada en el seno del Consejo, ARAG-ASAJA ha decidido abstenerse porque la prórroga de los presupuestos, al no obtener un acuerdo, provocaría reducir en un diez por ciento el plan de calidad y un veinticinco por ciento la promoción. “Y eso es lo último que necesita el sector, especialmente, los viticultores riojanos”.

El pasado 20 de diciembre, ARAG-ASAJA junto con la organización agraria navarra UAGN presentó una batería de trece medidas al presidente de la OIPVR, Fernando Ezquerro. Medidas enfocadas en la búsqueda del equilibrio entre producción y demanda de vino de Rioja, pero sobre las que la presidencia de la Organización Interprofesional no se ha pronunciado al respecto.

Por su parte, UPA La Rioja ha rechazado apoyar estos presupuestos por “mantener una línea continuista del gasto que no atiende ni da respuesta a la terrible crisis que viene atravesando el sector productor”. UPA entiende que es fundamental plantear unos presupuestos en base cero, “que analicen minuciosamente cada capítulo para estudiar los gastos verdaderamente necesarios y los prescindibles”. La organización agraria insiste en que no se trata de reducir un porcentaje u otro, sino de transformar desde la base un presupuesto que revierta también en el sector productor.

“Y especialmente, necesitamos unos presupuestos que den respuesta a la crisis de rentabilidad que sufren los viticultores y discurran paralelos a la realidad que vive el sector. Es incomprensible que el sector productor lleve años aportando el 42 por ciento al presupuesto cuando su volumen de negocio es del 25 por ciento. Por lo tanto, las bodegas deberían hacerse cargo también del 75 por ciento del presupuesto adicional y extraordinario (promoción) en función del retorno de la inversión, y no al 50 por ciento, tal y como viene sucediendo en los últimos años, validado también por las organizaciones agrarias que, año a año, apoyan los presupuestos. Si el sector comercializador quiere mantener el nivel de gasto que aporte el porcentaje que le corresponde en función de lo que el presupuesto revierte en su volumen de negocio”, recalca UPA.

En el caso de la UAGR-COAG, la organización ha votado en contra de esta partida presupuestaria porque se muestra en desacuerdo con el reparto establecido en cuanto al gasto extraordinario: “Los viticultores no han recuperado su rentabilidad, por lo que no entendemos adecuado que este gasto se cofinancie al 50 por ciento entre bodegas y viticultores cuando el presupuesto ordinario se reparte de diferente forma”.

Subir