Toros

El resumen de la temporada taurina en La Rioja de 2023

Con sus luces y sus sombras, con sus cosas buenas, regulares y peores, y aunque hace varias semanas que la temporada taurina de La Rioja fue arrastrada hasta al desolladero de lo terminado, toca hacer su resumen en esta última jornada de 2023. Porque lo que se recuerda nunca muere. O eso dicen.

Muy atrás queda ya en el tiempo el mes de marzo, que, por Arnedo, es siempre tan taurino. Un tanto vulgar resultó la final del Zapato de Plata, que fue a parar a manos del aragonés Cristiano Torres. Aquellos erales de López Gibaja no resultaron muy aptos para el lucimiento fácil y superficial que buscaron los novilleros finalistas. Máxima fue la expectación que despertó el mano a mano entre Diego Urdiales y Roca Rey con los toros de Luis Algarra. El ‘no hay billetes’ en la taquilla, los dos toreros, fieles cada uno a su concepto, por la puerta grande y en el recuerdo, el compromiso, la torería y la madurez del torero de Arnedo.

También por marzo se escuchó que se estaba intentando recuperar aquel festival taurino que cada primavera colocaba a Haro en el epicentro del toreo y servía para ir restaurando su centenaria plaza de toros. Todo quedó en buenos deseos.

No le acompañó la suerte a Urdiales en su paso por Sevilla. Un quite a la verónica, prodigioso, eso sí, la tarde mágica del triunfo máximo de Morante, fue lo único en el haber del riojano.

Nájera ofreció toros una mañana a deshoras y sin apenas haber anunciado su festejo más allá del ‘San Fernando’. Con lo cual, poco público en los tendidos y la sensación de que las cosas se deben hacer mucho mejor en el futuro más próximo.

En mayo se dieron toros en Aldeanueva de Ebro y en Santo Domingo de la Calzada. Una novillada muy chica y terciada de Domingo Hernández sirvió para que Fabio Jiménez regresara a los ruedos a escasos 20 kilómetros de su Alfaro natal. Donde el milagro de la gallina, se celebró un festival con Canales Rivera como reclamo en el cartel y pidiendo a voces otro milagro que recupere la actividad taurina tal y como Santo Domingo se merece.

Otro quite a la verónica, tan majestuoso que puede haber sido el mejor toreo de capa de la temporada en Las Ventas, fue lo único que dejó para el recuerdo Urdiales por San Isidro. La mala suerte se volvió a aliar con el torero de Arnedo en Madrid. Y también en Burgos y Santander. No fue hasta la tarde del 30 de julio en Azpeitia cuando el de Arnedo se reencontró con la bravura que habitaba en un toro de Ana Romero. Y entonces pasó lo que tenía que pasar.

Por esos días, se volvió a consumar el despropósito de volver a dejar fuera de los carteles de Bilbao a Diego Urdiales y se conocieron las combinaciones de la feria de San Mateo. Celebramos con alegría desbordada que los hierros de Zalduendo y Cuvillo, tan manidos en La Ribera, se tomaran su descanso merecido y que fueran las divisas de los Hermanos García Jiménez y La Palmosilla las que los reemplazaran.

Foto: Edu del Campo

Antes de que aquello fuera a suceder, llegó el 15 de agosto, que es el día más taurino del año. Y nuestro portal se llenó de noticias de toros. Que si Urdiales había hecho el toreo en el regreso de los toros a Gijón, que si los erales de los riojanos Álvaro y Pablo Lumbreras habían ofrecido un gran juego en Navarrete y que si Fabio Jiménez se había impuesto en Alfaro a uno de los novilleros punteros del escalafón. Al día siguiente, volvieron a dar un gran juego los animales de la familia Lumbreras en Navarrete y por Alfaro se juntaron en el patio de cuadrillas Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Juan Ortega, los que protagonizaron la histórica tarde en La Maestranza por abril. El caso es que en el coso de La Molineta Morante no tuvo suerte, Ortega se quitó de en medio y sólo Urdiales dejó la impronta de su torería y su valor aquella tarde sofocante.

Finalizando agosto, Aldeanueva volvió a dar toros. Una feria equilibrada y cuidada salvo por la disparidad en la presentación de los erales entre unas tardes y otras. Pena también que por capricho del pliego administrativo regulador de esta feria de novilladas, en Aldeanueva no puede lidiar un ganadero riojano, salvo que, con anterioridad, haya lidiado en plaza de primera categoría. Un requisito caprichoso y absurdo a partes iguales. En plena ola de calor, destacó el toreo al natural de Nabil ‘El Moro’ y el concepto de Olga Casado y los novillos de ‘Pincha’.

Fabio Jiménez se iba abriendo paso en el Circuito de Novilladas de Castilla y León y otro riojano, Alberto Donaire, aún sin picadores, hacía el paseíllo en Soria, Bilbao, El Puerto de Santa María, Nimes…

Hubo rejones en Calahorra y la tarde de toreo a pie resultó un éxito rotundo. Los toros de Núñez de Tarifa propiciaron el triunfo de ‘Paulita’, Miguel Ángel Perera y Álvaro Lorenzo. Triple puerta grande.

Entre vendavales y amenazas de lluvia, Cenicero celebró su bolsín taurino con triple presencia riojana en el cartel: reses de la familia Lumbreras y los novilleros Aarón Navas y Patricia Sacristán enfundados en el traje corto.

Se celebraba entonces el prestigioso ‘Alfarero de oro’ en Villaseca de la Sagra y fue allí donde Fabio Jiménez dejó su impronta de novillero maduro, reposado, sabedor del toreo y tenedor del temple y el gusto en sus muñecas.

Ya en horario vespertino y con más cartelería, Nájera ofreció toros a mediados de septiembre. Como novedad, se anunciaron novillos de casta navarra de hierro riojano de Policarpo Lozano.

Llegó San Mateo, se abrieron las puertas de La Ribera y… bueno, más sombras que luces, o más cosas malas que buenas. Quedó patente el desapego de la afición logroñesa con el festejo de rejones. Fue la entrada más pobre que este espectáculo ha experimentado en su historia logroñesa. Lo mismo la fórmula de los Hermosos de Mendoza en el cartel ya haya caducado. Pero también se registró la entrada más pobre en muchos años de un día de San Mateo. Los toros de La Palmosilla, Emilio de Justo, Ginés Marín y Leo Valadez figuraban en el cartel.

Del escaso juego de los toros lidiados en Logroño ya hablamos largo y tendido. Lo más positivo vino a ser la idea de reunir en un mismo cartel a un ganadero y a tres novilleros sin picadores, todos ellos oriundos de La Rioja. Aquella especie de bolsín fue, en realidad, una fiesta del toreo riojano y, aunque la verdadera vencedora resultó la propia fiesta de los toros, Alberto Donaire se alzó vencedor del certamen.

Mención especial merece cómo Diego Urdiales se echó la feria a sus espaldas en gesto de figura del toreo; por compromiso, torería y responsabilidad. Y mención especial dentro de esta mención especial merece la faena de Urdiales al toro ‘Despertador’ de los Hermanos García Jiménez. Aquella faena, repleta de gusto, empaque, reunión, ritmo, profundidad y duende ya reposa en el corazón de todos los aficionados riojanos. Fue, con permiso de Morante y sin miedo a equivocarme, el otro zénit de la temporada taurina de 2023. Con esa obra de arte finalizó su temporada Urdiales, quedándose fuera del ‘otoño’ en Madrid y El Pilar en Zaragoza, donde hubo varias sustituciones en liza. Así está el toreo.

Alberto Donaire, natural de Calahorra, pero formado taurinamente en Valencia, debutó con picadores en Algemesí, reverdeciendo laureles de tiempos pasados al poder contar La Rioja hoy con dos novilleros con picados en activo.

Vino a cerrarse la temporada donde había comenzado, en Arnedo. Muy interesante resultó el ‘Zapato de Oro’ de 2023: una muy buena novillada de Murteira Grave; encastada la de Adolfo Martín; y con muchas posibilidades las novilladas de Guadalmena y Fuente Ymbro. Se alzó triunfador Daniel Medina, firme y seguro frente a los ‘adolfos’. Sin suerte en el sorteo los dos novilleros más esperados de la feria: Mario Navas y Fabio Jiménez.

Vino Arnedo a consolidarse un año más como faro y guía de la temporada taurina en La Rioja: una corrida de toros de máximo nivel, cinco novilladas picadas y un festejo de promoción; ¡ahí es nada! Bien merece un aplauso en ayuntamiento Arnedano por su apuesta tan decidida por la fiesta de los toros.

En el apartado empresarial, mi reconocimiento a Ignacio Ríos, que es el empresario taurino más importante en nuestra región hoy en día, regentando los cosos de Arnedo y Alfaro. Hasta 8 festejos mayores y uno de promoción ha organizado este empresario capaz de traer a nuestra tierra a las máximas figuras del momento en carteles muy rematados y de gran atractivo. Todo apunta a que Ignacio Ríos está llamado a empresas mayores en el panorama taurino nacional y también retos menores en otras plazas de La Rioja que piden a gritos una gestión atrevida a la vez que sensata y coherente.

¡Feliz y taurino 2024!

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