El Rioja

El carácter varietal burbujea en los espumosos de Rioja

Foto: Leire Díez

Son los vinos estrella de estas fiestas y pocas serán las casas en las que falte una botella llena de burbujas esperando sacar su carbónico al ambiente para brindar por la Navidad o el Año Nuevo. Los espumosos de Rioja, que vieron la luz en la denominación por primera vez en 2017 para responder a la creciente demanda de este tipo de vinos, han alcanzado altas miras de calidad gracias a la implicación de las bodegas que han apostado por ellos.

Bodegas Vivanco, pionera en la elaboración de espumosos y partícipe en el desarrollo de la normativa de esta nueva categoría, lo tuvo claro desde el principio. “Queríamos hacer vinos con personalidad de Rioja más allá del Cava que se elaboraba aquí y que, sin embargo, no permitía utilizar variedades minoritarias que aportan esa diferenciación a los vinos. Además, otra de las posturas que dejamos clara es que se enfocaría a un producto de calidad con requisitos incluso más exigentes que en Champagne”, recuerda.

La bodega de Briones elabora desde los comienzos Cuvée Inédita Reserva Extra Brut, blanco y rosado. “El ser Extra Brut hace que la cantidad de azúcar que contiene sea mínima y creo que para demostrar la calidad y personalidad de Rioja hay que intentar trabajar con azúcares reducidos porque el azúcar enmascara esa personalidad de las variedades y el terruño”, incide. Lo que han conseguido es un vino muy gastronómico y que se pueda disfrutar tanto en el aperitivo como en el postre y a lo largo de toda la comida, es decir, “que se pueden desestacionalizar un poco más de lo que son estas fechas de Navidad. Además, la preferencia por vinos más frescos y ligeros, así como la incidencia de la dieta mediterránea influyen en esta demanda de espumosos de calidad”.

Rafa también participa desde 2013 en un proyecto fuera de la marca Vivanco y centrado en la recuperación de la garnacha tinta y blanca. Bajo el nombre La Maldita surgieron los tintos, rosados y blancos hasta que llegó el turno de los espumosos. Primero le tocó a la garnacha tinta y desde hace poco más de un mes ya está en el mercado el nuevo espumoso de garnacha blanca, el único de esta variedad que existe en Rioja y es probable que también en España. “Estos vinos tienen un estilo más desenfadado, moderno y rupturista”, describe el enólogo.

La bodega Carlos Serres, propiedad de Vivanco pero con un funcionamiento independiente, también se ha subido al carro de las burbujas con un Brut. El año pasado lanzó las primeras 10.000 botellas de su espumoso 2019 elaborado bajo el método tradicional y que para este año va a duplicar su producción. “Es un vino muy gastronómico que destaca por ese carácter varietal que lo diferencia de otros, ya que además de la viura riojana también lleva chardonnay para darle ese toque francés y uvas de tempranillo blanco. Y es justo esa mezcla de variedades lo que hace que sea un vino cuyo momento de consumo también está fuera de la temporada de Navidad”, refleja el enólogo de la bodega, Roberto de Carlos.

La temporada de Navidad también es clave en Bodegas Valdemar, aunque este año la afrontarán sin stock de botellas de su Finca Alto Cantabria Viñedo Singular. Hasta la segunda mitad de 2024 no tendremos vino disponible de la añada 2018, aunque el Club Gourmet del Corte Inglés tiene alguna de nuestras magnum”, apunta Ana Martínez Bujanda. Es contundente al afirmar que en Rioja se están haciendo espumosos de calidad, “siendo fieles al motivo por el que nació que no es otro que demostrar que se pueden hacer grandes vinos”.

El espumoso de Valdemar, que próximamente tendrá un compañero más, es el único de Rioja con la categoría Viñedo Singular, por lo que al ser un vino de finca está sujeto a las características de esta. Algo que el año pasado provoco que no se elabora porque las condiciones del viñedo no eran las idóneas para una gran añada. “Es un viñedo estable en cuanto a producción, pero la cosecha del 2022 estuvo muy marcada por la sequía, mientras que en 2017 tampoco lo sacamos a causa de la helada”, indica Martínez. Y es que el objetivo es buscar esa diferenciación que demanda el público y “que se puede conseguir con los espectaculares viñedos que hay en Rioja”.

Vintae ha sido una de las últimas firmas en defender el potencial de las burbujas con origen Rioja. Con su marca Pandemonium ha llevado a las alturas su pasión por las tierras más singulares y así, en el Alto Najerilla, ha creado un vino afilado y con un perfil único capaz de salirse de los estándares de los espumosos. “Eso es lo bonito que está ocurriendo también a nivel nacional, que ahora la gente demanda espumosos con un alma diferente más allá de las marcas tradicionales. Una diversificación de este producto que está yendo de la mano con un creciente interés por aprender y descubrir sobre los espumosos, algo que provoca que aumente la demanda”, celebra Richi Arambarri, CEO de Vintae.

Además, asegura que “la categoría de vinos que más está creciendo en ventas es la de las burbujas, también debido al crecimiento del segmento del lujo, al que están muy vinculados este tipo de vinos de calidad, por lo que su desarrollo va de la mano”. Las cerca de 600 botellas que sacaron de Pandemonium este año ya están vendidas (sigue el sistema de cupos), por lo que los menos afortunados tendrán que esperar unos meses para ver la próxima añada en el mercado.

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