Domingo, siete de la mañana, y la logroñesa calle Cofradía del Pez amanece con este aspecto para sorpresa de sus vecinos y viandantes. Restos de mobiliario, basura y desperdicios copan las esquinas de esta vía junto a los contenedores dejando una estampa de auténtica suciedad en pleno núcleo de la capital.
“Nadie diría que es el centro histórico de una ciudad europea. Nadie diría que a escasos pasos está el Parlamento de La Rioja, donde nuestros políticos hacen caso omiso a las peticiones de los vecinos. Nadie diría que a pocos metros hay una biblioteca pública con ejemplares de libros que dan riqueza cultural a la ciudad. Nadie diría que por estas calles pasan peregrinos del Camino de Santiago todos los días del año. Nadie diría… pero todo el mundo lo ve”, lamenta una vecina.
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