La Rioja

Radiografía de la violencia machista en La Rioja

Radiografía de la violencia machista en La Rioja

La violencia machista es un problema global y La Rioja no es inmune a sus efectos. Los números revelan una triste realidad: el aumento de casos en la región. Estadísticas que ponen los pelos de punta e historias como la de Salwa que dejan muda a una sociedad.  La de ella podría haber sido la historia de muchas mujeres que han tenido que viajar a miles de kilómetros casa para escapar de la guerra. En cambio, todo cambió el pasado julio con un asesinato que dejó a todo el país estupefacto y a tres niños sin madre. Samer, su marido, según el mismo confesó, habría acabado con su vida antes de intentar arrojar a sus hijos al río Ebro.

Tras cuatro años en un campo de refugiados del Líbano, después de salir de su Siria natal, su periplo les trajo a La Rioja. No iban solos, llevaban con ellos a sus tres pequeños. La forma de ser de Salwa no pasó desapercibida en un barrio empeñado en derribar la barrera de los prejuicios. Un crisol cultural en el que la familia de la víctima no sólo encajó como un guante, sino que adquirió la categoría de símbolo por su condición de refugiados. Una vida de superación que daba en un sólo día un vuelco de 180 grados.

A pesar de que hacía años que La Rioja no tenía que llorar un asesinato machista, la comunidad fue en 2022 la que mayor tasa de mujeres víctimas de violencia machista registró, con 2,6 por cada mil, solo por detrás de la ciudad autónoma de Melilla (3,7) frente a una media nacional de 1,5.

FOTO: EFE/Raquel Manzanares.

Los datos ofrecidos por la Unidad de Coordinación contra la Violencia sobre la Mujer en La Rioja no son mejores en lo que va de año. Un total de 620 denuncias por violencia machista de enero a septiembre de 2023, 43 más que en el mismo periodo en 2022.

Según los datos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, 335 de las denuncias se presentaron ante la Guardia Civil y 285 denunciados en la Jefatura Superior de Policía. Muchas de ellas de gente demasiado joven. Doce han sido estos meses interpuestas por menores de edad, 45 por mujeres menores de 20 años. Una situación que reafirma la necesidad de focalizar e insistir en la educación en valores igualitarios y en contra de una violencia que se centra en las mujeres pero afecta a toda la sociedad.

“Por eso este año el mensaje central del 25N está dedicado a ellos: los más jóvenes”. Tania Sáez es la Directora de Justicia e Interior del Gobierno de La Rioja. La Oficina de Asistencia a las Víctimas del Delito de La Rioja ha atendido en lo que llevamos de año a 321 víctimas por violencia machista de las que 104 no habían interpuesto denuncia en los juzgados. No hace falta para ser asistida por un grupo de profesionales que ofrecen a las mujeres apoyo social, psicológico y de acompañamiento mientras lo necesitan.

No hay un perfil de víctima

“Llegan en la mayoría de los casos buscando un apoyo vital en un momento complicado de sus vidas, aquí les ayudamos en todos los aspectos, desde los trámites para interponer una denuncia si lo desean hasta la derivación habitacional en el caso de no tener una vivienda. Les ponemos al corriente de las ayudas que pueden solicitar y les acompañamos en una futura inserción laboral si no tienen trabajo, lo importante es que recuperen un proyecto de vida basado en la autonomía y el sentirse seguras”, explica Sáez.

No hay un patrón fijo.”Cada víctima es una historia distinta y un perfil distinto”. Las estadísticas son variadas y los casos afectan a perfiles bien distintos. El 66 por ciento de los casos son mujeres entre 25 y 54 años y el 55 por ciento de ellas son españolas. Pocas más coincidencias.

Hasta la fecha, en lo que llevamos de año se han interpuesto 152 órdenes de protección, “una medida que prohibe a sus agresores a acercarse a ellas y a sus hijos si los tienen”, detalla Sáez. La Oficina de Asistencia a las Víctimas de Delito además supone un punto de coordinación  con el sistema VIOGEN para facilitar el seguimiento de los casos. “Lo importante es no dejarlas solas en ese momento tan complicado”.

Apoyar a los menores

Desde el punto de vista más asistencial trabaja en Centro Asesor de la Mujer que también atiende a víctimas de la violencia machista a través de diferentes programas. Uno de ellos es el ‘Apóyame’ dirigido a menores que han vivido en un ambiente de violencia machista.

Marta Gómez es la Directora General de Servicios Sociales en La Rioja. “Es impresionante la labor que hacen los trabajadores sociales y los psicólogos con las mujeres y los niños afectados por la violencia de género, es fundamental su profesionalidad pero también el cariño, el corazón y la empatía con las que trabajan con ellas”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

El objetivo principal de este programa es ofrecer un tratamiento psicoeducativo a estos menores, hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia machista, interviniendo sobre los efectos que pueden sufrir como consecuencia de la violencia a la que están expuestos. El tratamiento se lleva a cabo a través de un equipo de profesionales que durante diez sesiones con cada menor que se pueden realizar de forma individual, grupal y con la madre.

Vivir en entorno seguros

Además, es desde aquí desde donde se gestiona la red de alojamientos para esas mujeres en riesgo que no tienen vivienda. Un lugar seguro al que poder ir con sus hijos. Existen cuatro diferentes tipos de viviendas: unas destinadas al acogimiento de emergencia para que la mujer viva en un entorno seguro tras el episodio de violencia, otras para intervenciones integrales y además otras para mujeres gestantes o con menores de menos de tres años.  Por otra parte tienen a disposición de las víctimas unas viviendas de tránsito antes de salir a la vida contidiana donde se trabaja con ellas en el fomento de la búsqueda de empleo para las que no lo tienen.

Un total de 172 personas están alojados en estos momentos en ellos. Son 89 mujeres y un total de 83 menores los que han encontrado en estos pisos un lugar seguro en el que vivir. En la actualidad en el Servicios de atención residencial de emergencia se encuentran 42 mujeres con sus 31 hijos; en el de alojamiento e intervención integral hay 29 mujeres y 28 menores, en el servicio para jóvenes y madres gestantes con niños hasta los tres años se encuentran 10 mujeres y 11 niños y en los pisos de transición viven 8 mujeres y 13 menores.

Trabajar con los agresores

Además en La Rioja exite también un programa para trabajar con los agresores. “Allí se fomenta que tomen conciencia de su problema, que asuman responsabilidades, que comprendan sus conductas violentas y que trabajen en la modificación de éstas a través del autocontrol”, explica Gómez.

Son programas voluntarios que se complementan con los que se realizan a través del centro penintenciario de Logroño con programas para aquellos que cumplen condena. En la actualidad son un total de 26 hombres los que están inmersos en este tipo de programas.

Prevención y formación

Desde la consejería no se olvidan de la sensibilización y la prevención a través de diferentes campañas. “Hay que concienciar a los más jóvenes del problema por eso este año hemos dedicado el 25N a los más jóvenes y las tecnologías. Es importante concienciarlos a ellos e informar a los mayores de problemas como el sexting, el stalking, el grooming o la sextorsión”.

Palabras nuevas para algunos pero que son constitutivas de delito y que están en el día a día de los más jóvenes, el stalking consiste en perseguir ininterrumpidamente, contra su voluntad y de forma intrusiva a una persona a través de las nuevas tecnologías. Llamadas, mensajes, whatsapp, redes sociales.

Mientras el sexting hace referencia al envío de mensajes, whatsapps, imágenes o vídeos con el objetivo de dañar el honor, la intimidad y la imagen de una persona y la sextorsión se lleva a cabo cuando el agresor consigue algún tipo de material como el citado anteriormente y lo utiliza para amenazar y chantajear a la víctima. El  grooming es una forma de acoso que implica que un adulto se pone en contacto con un menor de edad con el fin de ganarse poco a poco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual.

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