Es uno de los concesionarios de coches más veteranos de Logroño y está a punto de bajar la persiana medio siglo después de su apertura. Auto Iregua ya ha comunicado a su plantilla, integrada por una treintena de profesionales, sus planes para cerrar sus instalaciones el próximo 31 de diciembre.
Los responsables de la compañía trasladaron este lunes a los delegados sindicales su voluntad de clausurar el concesionario y, a partir de ese momento, la empresa y los sindicatos deben conformar una comisión negociadora para regular los posibles despidos, aunque la compañía no cierra la puerta a reubicar a algunos de los trabajadores en otros talleres.
Desde UGT señalan a NueveCuatroUno que la Justicia está en proceso de resolver un litigio originado hace un año, cuando Auto Iregua ejecutó una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, rebajando los salarios de forma notable tras alegar pérdidas. “Ahora la empresa debe argumentar en base a números la causa de esta decisión”, apunta el sindicato.
Tras conocer la decisión del cierre, entre los trabajadores ganan fuerza las sospechas de que la clausura del concesionario responde en realidad a los intereses de una futura operación inmobiliaria.
