El Rioverde Clavijo juega la tercera jornada en LEB Oro y visita al Ourense (sábado 19:00). Después del triunfo frente al Betis (62-56), su técnico Jenaro Díaz ha huido de confianzas: “Los seres humanos tendemos a relajarnos y a veces, olvidarnos de que lo que nos lleva a conseguir lo que conseguimos el domingo es una actitud, un trabajo. A veces, hay que apretar para conseguir esas sensaciones”. Sin embargo, se ha mostrado satisfecho con su vestuario: “El día a día es lo mejor que tiene el equipo, su trabajo diario y las ganas de mejorar”.
Por eso, el asturiano ha valorado más aspectos que la capacidad innata: “Tendemos a jugar la liga del talento, pero hay una liga que está antes de eso, la del esfuerzo y la energía”. En ese sentido, ha puesto como ejemplo a Oviedo: “Han puesto energía y esfuerzo al máximo y como no llegues a ese nivel contra ellos, no llegas a jugar el partido del talento”. Y de cara a los suyos, ha advertido de lo siguiente: “Con disciplina, trabajo, esfuerzo y plan de partido, competimos. Sin esto, somos muy vulnerables”.
Esa es la intención del Clavijo, competir ante un oponente complicado: “Es una liga súper fuerte, un rival súper fuerte. Viene en buena dinámica y tiene un equilibrio de juego interior-exterior muy bueno, con jugadores nuevos que están aportando muchísimo”. También cree que será “un rival duro en su casa, un reto más”. En ese sentido, jugar fuera de casa resulta un desafío: “Cuando estás fuera estás solo, cuesta más arrancar y hacer las cosas. No somos un equipo experto. En el Palacio hay una emoción compartida entre equipo y afición: la entrega y la lucha”.
Miguel de Pablo, el capitán del Clavijo. / Foto: CB Clavijo
La primera visita de la temporada se saldó con una derrota sin paliativos en el campo del HLA Alicante (92-56). Toca evitar que se repita esa debacle: “Es muy difícil analizar el primer partido, porque no estuvimos. No es que haya que mejorar esto o lo otro, es que tienes que estar. Tenemos que estar en Ourense todo el rato y repetir muchas de las cosas buenas que hicimos en el Palacio. Si vamos a pelear a muerte y Ourense nos gana, entonces está moviendo nuestro límite. Pero eso en Alicante no pasó”.
A Jenaro Díaz le gusta la actitud de los recién llegados, como su equipo a la categoría: “Ojalá fuésemos capaces de ser novatos siempre, para afrontar cada cosa por primera vez y disfrutarla el doble. No me gusta llamarlo presión, pero todos tenían muchas ganas, quizá excesivas, de ganar”. Conseguida esa victoria, el entrenador espera que “ayude a competir, luchar y estar a tope”.
Para ello, la clave del equipo es recibir las menos canastas posibles: “Me gustaría que nuestro ataque evolucionara más rápido, pero no voy a engañaros, he trabajado 90 por ciento defensa, así que parte de la culpa es mía, Basamos todos nuestros esfuerzos en la fuerza del grupo”. Aún así, Díaz ha afirmado estar “convencido” de que el ataque evolucionará bien.
