La Rioja

La historia de los riojanos que se fueron al sur

Investigadora asociada del Instituto de Estudios Riojanos, María Antonia Moreno es doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Sevilla, directora del Archivo y de la Biblioteca de la ciudad de Ayamonte desde hace más de dos décadas y organizadora de las Jornadas de Historia de la fronteriza población onubense de Ayamonte.

Dedicada desde hace años al análisis y estudio de las importantes colonias de oriundos de la Sierra de Cameros en lo que entonces era la zona occidental del Reino de Sevilla, ha localizado gracias a su tesis presentada en el año 2016 en la Universidad de Sevilla y a posteriores trabajos editados, a numerosos riojanos en la poblaciones de Ayamonte, Moguer y Gibraleón.

Los riojanos investigados la tienen conquistada. Muchos fueron senadores, diputados, practicaron importantes actividades mercantiles y llevaron a cabo frecuentes negocios financieros, vinícolas e incluso, ganaderos. Muchos contrajeron matrimonio con personas importantes, uno de ellos con una de las hijas de Hernández Pinzón, descendientes de los navegantes del primer viaje de Cristóbal Colón, gente muy influyente.

“Estaba estudiando el siglo XIX en mi tesis cuando vi que numerosos regidores y alcaldes eran de origen riojano y ahí decidí cambiarla y tratar el asunto”, cuenta. Desde entonces se ha vuelto una enamorada del tema y ha seguido investigando sobre él. “En muchos casos los que llegaron lo hicieron a través de la trashumancia, bajaban en invierno a traer a sus rebaños y cuando en la guerra de la Independencia se prohibió hacerlo decidieron quedarse aquí”.

La presencia de descendientes de esos primeros riojanos en municipios como Ayamonte, Moguer o Gibraleón es importante. “La mayoría llegan de la sierra riojana, hay familias de las dos Viniegras, de Cabezón, de Laguna, de Pradillo, de Nestares”. Entre ellos un nombre especial, el de Víctor Jiménez, padre del premio Nobel, Juan Ramón Jiménez.

La mayoría no se quedaron en ser simples trabajadores. “En su mayoría eran personas muy formadas, no hay más que ver la letra de algunos de ellos y como se expresaban, todos realizaron aquí actividades mercantiles y financieras”. Algunos eran prestamistas, otros consiguieron grandes patrimonios y grandes fortunas. “Se codearon y se emparentaron con lo más selecto de la comarca”.

Pero nunca se olvidaron de La Rioja (entonces, aún Castilla). “En muchos escritos de herencias vemos cómo los que no tenían hijos les dejaron sus bienes a sobrinos, hermanas o familiares que se habían quedado allí”. Algunos de los herederos se vieron obligados a bajar a Huelva para seguir con las actividaes empresariales que habían comenzado, otros recibieron las herencias en la sierra riojana.

Los que terminaron en Moguer, en muchos casos, se dedicaron al mundo vitivinícola. “El famoso vermú de Moguer es de un Sáenz que es uno de los apellidos que tenemos contrastados que vinieron de La Rioja”. También los Lerdo de Tejada o los Del Molino… Fueron infinidad las familias que bajaron al sur para salir de la sierra riojana.

No eligieron las ciudades en las que quedarse al azar, Ayamonte era ciudad fronteriza, Moguer tenía una impostante industria vitivinícola y Gibraleón era capital del maquesado en el siglo XVIII. “Eran muy avispados, quizás por el entorno en el que habían tenido que vivir en la sierra riojana, personas muy inteligentes que han dejado un legado importante en la zona. En esa época La Rioja era una de las zonas con menos analfabetismo de España, la mayoría estaban adiestrados en la contabilidad, fue gente que no tuvo una vida fácil y se tuvo que buscar las habichuelas pero ninguno de los que bajaron regresaron a La Rioja”.

De momento y gracias el estudio promovido gracias a la asociación Gibraleón Cultutal y prologado por el catedrático de Historia Contemporánea, Manuel Moreno Alonso, ha podido ampliar el conocimiento sobre estos ilustres riojanos. Un trabajo que no tiene la intención de cesar ya que sabe de buena tinta que también hubo colonias de riojanos en Cádiz, Málaga o Sevilla.

Ese es su próximo objetivo. También poder venir a La Rioja. “Aún no he estado allí porque los documentos que necesitaría no están en los ayuntamientos de la zona, pero me gustaría pasar por conocer la tierra de estas personas que me han conquistado”.

Subir