Mientras las dos torres de destilación de La Alcoholera riojana trabajan desde el pasado mes de agosto durante 24 horas de lunes a viernes para dar salida a la destilación de crisis, los primeros orujos, que ya suman cuatro millones de kilos, van llenando los silos a un ritmo imparable.
“Un año atípico que merece medidas excepcionales como las realizadas en inversión de maquinaria y bienes de equipo, mejora de los accesos a las instalaciones y ampliación del equipo humano. Lo que se traduce en una apuesta de la dirección por la innovación y el servicio a las bodegas”, explican desde Alcoholera.
Su directora, Rosa Durbán, detalla, que la campaña suele comenzar en noviembre y se prolonga hasta junio. Este año, sin embargo, septiembre ha dado el pistoletazo de salida a la maquinaria de la planta de Cenicero. “Vamos a aumentar el volumen de destilación a pesar de que esta vendimia viene con reducción de rendimientos”.
Alcoholera ya aumentó en 2022 un diez por ciento su volumen respecto al 2021, recogiendo más de ocho millones de kilos de orujos.
