El astro

OIKOS advierte de que las temperaturas subirán casi dos grados en La Rioja hasta 2050

Foto: EFE/ Fernando Díaz.

El think tank OIKOS ha publicado un estudio “pionero” en el que revela que las temperaturas podrían aumentar en La Rioja hasta 1,7 grados a mitad de siglo si se mantienen las actuales políticas globales de descarbonización y las precipitaciones podrían disminuir en un 9 por ciento en 2100.

Sin embargo, en “un escenario de acción inmediata y ordenada que lograse alcanzar los objetivos de París”, el aumento de las temperaturas en La Rioja en 2050 sería de 1,1 grado y de un 2,2 por ciento de las precipitaciones en 2100, según este trabajo.

El informe parte de los análisis realizados por entidades como la Network for Greening the Financial System (NGFS), el grupo de trabajo de los principales bancos centrales y científicos climáticos, que establece escenarios que oscilan entre las políticas actuales de descarbonización en el ámbito (Current Policies), una transición desordenada y fragmentada (Divergent Net Zero) y una acción inmediata y ordenada que lograse alcanzar los objetivos de París (Net Zero 2050).

Este trabajo también indica que España podría perder más de cuatro puntos del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 2050 si se mantienen las actuales políticas globales de descarbonización y que la inflación podría agravarse en más de 3 puntos durante las próximas dos décadas si no se desarrollan las medidas adecuadas, lo que provocaría una recesión con el consiguiente aumento del desempleo.

La lucha contra el cambio climático solo será efectiva como tarea global

Las principales conclusiones del informe ponen de manifiesto que “la lucha contra el cambio climático solo puede ser efectiva si es global a medio y largo plazo, con políticas públicas aún no desplegadas, pero no con medidas unilaterales sin coordinación internacional”, asegura el cofundador de OIKOS, Toni Timoner.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

En este sentido, el informe concluye que España ya ha conseguido desacoplar crecimiento económico y aumento de emisiones, aunque todavía queda camino por recorrer, siendo necesario también que la acción colectiva se aplique en países en vías de desarrollo.

A su vez, refleja que la lucha colectiva recompensa económicamente, aunque no de forma inmediata, si bien desaconseja que la transición energética se produzca de forma desordenada y abrupta, pues podría conducir a España a una recesión, una subida de los precios y un aumento del desempleo.

Toni Timoner insiste en que “la oportunidad de actuar con una transición ordenada se está cerrando a medida que se posponen medidas de descarbonización” y añade que, en vista de los resultados del informe, “a España le compensa económicamente más que a la mayoría del resto de socios europeos impulsar una transición energética ordenada e inmediata y acelerar los esfuerzos de adaptación climática”.

“La ruta óptima para minimizar el impacto económico es una transición ordenada hacia un mix energético que, junto con el despliegue de mecanismos de captura y almacenamiento de CO2, permita una reducción progresiva de emisiones sin costes económicos onerosos”, señala Timoner.

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