San Mateo

De ‘Rioja y Oro’, un ciclo de tertulias excelente que ya se ha hecho ‘reserva’

Foto: Raquel Manzanares EFE

Está mal que sea yo quien lo diga, pero el tercer ciclo de tertulias taurinas De ‘Rioja y Oro’ ha vuelto a ser un éxito. Un éxito de asistencia, de contenido y de debate. No solo hemos conseguido el objetivo de tomar el pulso de la Fiesta aprovechando la programación de toros estos días en Logroño; también hemos conseguido analizar los factores que entran en juego y rodean el mundo de los toros, para dar cobijo a aficionados al borde de la desesperación y, por supuesto, para cantar y contar la grandeza de aquella inconmensurable obra de Diego Urdiales, latente todavía en nuestros corazones, almas y pensamientos. La maduración hecha ‘reserva’ de un coloquio, nuevamente, de calidad excelente.

Abrió ciclo Óscar Chopera. Y ahí es nada. Pocos ‘whatsapps’ hicieron falta para cerrar la contratación del empresario en nuestra particular ‘primera de feria’. Muy meritoria fue su presencia entre nosotros cuando vino a sabiendas de que iba a reunirse con un grupo de aficionados que no le iban a decir precisamente guapo. Tampoco nadie le dijo feo, pero sí que le afeamos lo hartos que ya estamos del festejo de rejones, lo escueta que se ha quedado la feria de San Mateo en la actualidad o la necesidad y urgencia de no apostar todo al encaste Domecq.

Foto: Raquel Manzanares

Óscar Martínez Labiano ofreció su visión del toreo desde su perspectiva empresarial y eso fue precisamente lo malo. O lo menos bueno. Dio a entender que vive acomodado dentro de un sistema contraproducente para el espectáculo y que no hace nada para revertir la situación. Asumir y acatar que las figuras tiran del carro siempre que haya toros a modo lo sabíamos todos, pero que un programador de carteles no se revele contra esa práctica es porque no le interesa o porque él como empresario también es parte y arte de esa nefasta praxis.
‘Óscar, ¿existe competencia entre los empresarios taurinos por confeccionar carteles mejores entre vosotros?’ ‘Es que no se trata de eso. Verás…’. Si el mismo empresario reconoce que entre sus colegas no hay ese pique necesario por hacer las cosas mejor o de manera diferente, estamos apañados.

Foto: Raquel Manzanares

Percibí en Óscar a un empresario sin ilusión y sin rebeldía y eso, ya de por sí, es toda una incongruencia. De sus palabras se pudo deducir también que el ‘torismo’ en Logroño ya pasó a mejor vida, que las ferias que están por llegar seguirán siendo cortitas y que habrá más platos de rejones dentro del menú de San Mateo. En el haber, casi que podamos decir que hay toros en Logroño y, eso sí, la buena acepción del abono joven para conseguir que lo de ir a los toros se vaya convirtiendo en un hábito entre la gente que ronda los veinte años.
Agradeceré siempre que aceptara nuestra invitación para explicar esas cositas y escuchar a los aficionados a los toros. 20 años llevaba Óscar Chopera sin participar en un coloquio de este tipo. Es un gesto que le honra como empresario y como persona. Y yo que se lo reconozco.

Foto: Raquel Manzanares

El martes hicieron el paseíllo en el salón del Círculo de la amistad quienes pueden dar muchas tardes de gloria en un futuro no muy lejano en las plazas de toros. Alberto Donaire, Patricia Sacristán y Aarón Navas vinieron acompañados del ganadero Carlos Lumbreras. Los protagonistas del cartel 100% riojano del Bolsín Taurino Ciudad de Logroño. Resultó reconfortante escuchar a tres chicos que sueñan hoy con ser toreros el día de mañana.

Vinieron a contarnos de sus esfuerzos por conseguirlo, de su disciplina, sus rutinas y sacrificios por abrirse un camino en la profesión más difícil de este mundo. Y también de su actuación unas horas antes en La Ribera y de las sensaciones que tuvieron alrededor de esa fecha tan importante. Hablaron de su futuro más próximo, que, si el de Donaire brilla con su debut con caballos mañana en Algemesí, el de Patricia y Aarón atisba en el horizonte infinidad de días dedicados al entrenamiento y la preparación para cuando surja un nuevo compromiso.

FOTO: Raquel Manzanares.

Mientras tanto, el de la familia Lumbreras pasa por seguir criando erales de calidad suprema y por mantener las vacas que se destinan al festejo popular de la calle y que son las encargadas de alimentar y sostener a aquellas que aúnan clase, bravura, humillación y transmisión en la lidia a pie. Cosas de números dentro de una ganadería. Aunque apetece ver y mucho los utreros de Álvaro y Pablo Lumbreras empleándose bajo el peto de picar. Todo llegará.

Fue un gozo saber que aún hay chavales que sueñan ser toreros aquí en La Rioja y que lo peor que les puede pasar es que abandonen sus sueños y se conviertan en grandes aficionados. Aunque yo les deseo que lideren el escalafón de matadores dentro de no muchas temporadas.

FOTO: Raquel Manzanares.

Con mi amigo José Juan Ezquerro vinimos a lamentar el juego y la presentación de los toros de Juan Pedro Domecq lidiados la tarde del martes. Hubo cierto (y lógico) desconsuelo en las palabras de ambos y también en las de quienes pidieron la voz dentro de un muy interesante coloquio. ¡Qué bien nos entendemos entre aficionados! Y es que, aunque todos vayamos a decir lo mismo, hay tantos matices en torno al toro y la lidia que el contenido de una charla taurina es apabullante. Recordamos la tertulia con Óscar Chopera, la semblanza de aquella temible y feroz Peña 21 cuando tenía su sitio bajo el presidente en La Manzanera. Como no podía ser de otra forma, ‘Jota’ nos contó cómo se vienen a tomar las decisiones en el palco, que para eso acababa de poner fin a su etapa como asesor artístico de la plaza de toros de La Ribera.

FOTO: Raquel Manzanares.

El jueves me tocó ponerme en la piel de la empresa y anunciar a ultimísima hora y con todo el papel vendido la sustitución de Carmelo Irazola por Diego Urdiales. Urdiales se acababa de dejar el alma, la cabeza y el corazón en el ruedo unas horas antes. ¡Como para ponerse a hablar de toros! Su ausencia fue lógica y normal.

Y, precisamente, hablamos de eso, de la sublime actuación de Urdiales. De su perfección en cuanto a los tiempos, las distancias, las alturas; de la suavidad, el temple, la hondura y la profundidad de su toreo, que no es otra cosa que el mismísimo toreo. en su máxima expresión. Para los muchos que ese día estuvimos en la tertulia, jóvenes o mayores, más o menos aficionados y más o menos toristas o toristas, lo de Urdiales fue prácticamente nuestro primer acercamiento al toreo verdadero.

Foto: Raquel Manzanares

Con Carmelo planteamos que si, cosas como las de ayer, tan únicas y casi irrepetibles, son los derroteros que persigue la actual fiesta de los toros, estamos dispuestos a sacrificar ese sondear hacia la fuerza, la bravura, la casta y la fiereza del toro de lidia por ser testigos de obras como la de Urdiales unas horas antes. Tan borrachos estábamos de toreo que no sé ni lo que concluimos.

Coincidimos también en que lo peor que le pudo pasar a Urdiales fue haber toreado de aquella manera precisamente en Logroño. Si la faena al gran ‘Despertador’ de los hermanos García Jiménez la firma en Sevilla o Madrid… Urdiales sería hoy poco menos que Dios. No obstante, la tertulia le dedicó una merecida, sentida y rotunda ovación al torero riojano y concluimos que el puesto que había dejado Daniel Luque para esa tarde no le correspondía al de Arnedo. Primero poque no se puede torear así dos días seguidos y luego porque la taquilla estaba como estaba y le podían acusar a Diego de anunciarse en Logroño un día de San Mateo y no llenar ni media plaza. Nadie hubiera reparado entonces en que el jueves era día laborable fuera de Logroño ni en el escaso margen de maniobra para decidir ir a los toros de un día para otro. Pero como en esto de los toros hay gente para todo y con pocos escrúpulos nunca se sabe. Dicho quedó.

Foto: Raquel Manzanares

Y así sacamos adelante la última de las charlas. ¡Menudo capote me echó Carmelo!

Esto ha sido a grandes rasgos lo mucho que dieron de sí nuestras tertulias. Ahora es el momento de agradecer al numeroso público su asistencia, a los invitados su participación, al Círculo de la Amistad su hospitalidad, a Bodegas La Emperatriz de los hermanos Hernáiz su espléndida generosidad a la hora de patrocinar estos encuentros y, otra vez, a NueveCuatroUno su confianza en este humilde aficionado.

Amenazo con repetir. Eso sí, dentro de un año.

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