Desasosiego en el campo. Las lluvias del pasado fin de semana han marcado el devenir de la vendimia con unas uvas que no acaban de madurar del todo, a pesar del buen estado sanitario y vegetativo que muestra el viñedo. Así lo refleja el sexto boletín de maduración emitido este miércoles por el Consejo Regulador de la DOCa en relación a los análisis realizados el pasado 11 de septiembre.
La concentración de azúcares, sin embargo, sí tiene una buena evolución, mientras que la acidez no deja de bajar y la madurez fenólica también avanza lentamente. Una “irregularidad y retraso”, tal como apunta el informe del Consejo, que podría rondar los siete o días días respecto a un año normal y que se hace más notable incluso en las uvas de viura de Rioja Alta.
Así, con el agua caída hasta el momento, las bayas han engordado provocando una desafortunada dilución del grado. “En Rioja Alta y Rioja Alavesa es significativa la estabilización o ligera evolución del peso de la uva, mientras que en Rioja Oriental se da el comportamiento opuesto”, indican los técnicos. Unas lluvias que también pueden derivar en el desarrollo de la temida botrytis, que a día de hoy ocupa el pensamiento de muchos viticultores. Un escenario, por tanto, problemático con multitud de frentes abiertos que pueden desencadenar o no en el desastre. Un malestar que se vive ahora en campo, pero que se extrapolará meses después a las bodegas cuando se metan de lleno en la elaboración.
A pesar del parón motivado por las tormentas, importante y prolongado durante varias jornadas en algunas zonas de la denominación donde el agua inundó fincas y destrozó caminos, las tolvas continúan llenándose tras el paso del chaparrón. Rioja ya contabiliza 44.876.778 kilos cosechados, de los que 32’5 millones corresponden a tintas.
Una cifra que se queda corta respecto a la producción que la denominación acumulaba el año pasado para mediados de septiembre. En 2022, el 12 del presente mes las bodegas de las tres subzonas ya habían recepcionado más de 78 millones de kilos de uva, lo que evidencia el impás de la campaña durante los últimos días.
Por zonas, Rioja Oriental sigue abanderando la vendimia con 32.342.392 kilos, el 72 por ciento del total de la producción total, aunque es la zona que peor parte se ha llevado de estas tormentas con los diferentes episodios de granizo que descargaron sobre sus cepas.
Más tranquila avanza la cosa por Rioja Alta donde las bodegas ya acumulan 8.171.215 kilos, y por Rioja Alavesa, donde los tempranillos van cogiendo velocidad y ya se han cortado un total de 4.358.791 kilos de uva.
