Al igual que los surferos saben a qué puntos del litoral deben ir para cazar olas cuando se levanta un temporal, los logroñeses van aprendiendo qué enclaves evitar cuando el cielo descarga su furia. Por todos es conocida la propensión a inundarse del paso inferior de la N-111 por la calle Clavijo, pero no es la única zona que padece complicaciones tras una tormenta.
La rotonda de Club Deportivo con República Argentina es otro de esos lugares que se transforman en piscinas cuando el agua cae a manta sobre la capital riojana. Y el tormentón que ha despertado a los riojanos este sábado no ha sido una excepción.
Hasta un palmo de agua han tenido que sortear los vehículos que transitan esta zona, completamente anegada a consecuencia del tapón que forman las hojas en las alcantarillas del entorno. El área se ha tornado en intransitable y las olas han causado, incluso, la inundación del polideportivo de Las Gaunas, donde decenas de voluntarios han achicado aguas como buenamente han podido.
La ágil intervención de los servicios de limpieza ha permitido recuperar la normalidad en el tráfico rodado en cuestión de minutos.
La de la mañana de este sábado es la segunda tormenta que azota Logroño en cuestión de horas. La noche anterior, un frente fugaz causó en apenas cinco minutos importantes estragos en la capital riojana, obligando a suspender la programación del día en el MUWI y provocando la caída de muros y árboles, además de generar balsas de agua en la circunvalación y otras calles.
Cabe recordar que toda La Rioja permanece este sábado bajo alerta por tormentas: el aviso es de color naranja en la sierra y amarillo en el valle.
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