El Rioja

El patrimonio vitivinícola se abre paso como recurso de desarrollo rural

La Fundación Universidad de La Rioja celebra este lunes el encuentro ‘El Patrimonio Vitivinícola: Perspectivas desde el desarrollo rural’, dentro del ciclo de Cursos de Verano UR 2023 que se desarrollan del 14 de junio al 29 de septiembre en diversas localidades.

La cita, que se ha inaugurado a las 9:00 horas y se prolongará hasta última hora de la tarde con diversas actividades, ha contado con las ponencias de Tomás Prieto Álvarez, catedrático de Derecho Administrativo; Luis Vicente Elías Pastor, doctor en Antropología; Sara Arambarri Olarte, directora de enoturismo en Bodegas Vinícola Real 200 Monges, y Miguel Ángel Martínez Díez, Bodegas Ojuel.

Este curso ‘El Patrimonio Vitivinícola: Perspectivas desde el desarrollo rural’ tiene como objetivo ofrecer conocimientos y mejorar las competencias relativas a la actividad y al patrimonio vitivinícola, fundamentalmente desde su incidencia en el desarrollo rural. Además, contará con la visita a Vinícola Real 200 Monges en Albelda de Iregua.

“Se trata de proyectar el desarrollo en los ámbitos rurales en base a unos organismos público-privados llamados grupos de acción local y desde esa perspectiva explicar la importancia que tiene el mundo vitivinícola en el desarrollo rural en regiones como La Rioja. Es un foco de atracción turística indefectible que supone uno de los motores clave de la economía riojana”, ha valorado Tomás Prieto.

“El patrimonio ha ido cambiando en los últimos años porque esa concepción que anteriormente teníamos muy monumental ha cambiado y ahora encontramos elementos patrimoniales en la tradición oral o en la gastronomía, así como en las manifestaciones musicales en el ámbito de la cultura del vino, tanto en la viña como en la elaboración”, han añadido.

Durante la jornada se ha destacado que gran parte del turismo que llega a la región está vinculado con las visitas a bodegas, pero también más allá de estos espacios, por lo que se incide en la importancia de ampliar esos ámbitos patrimoniales como pueden ser a través del paisaje, la gastronomía o los barrios de bodegas, entre otros complementos.

“Aunque la visita a bodega sigue siendo algo esencial, tal como reflejan los propios viajeros, se trata de abarcar nuevas propuestas para convertirlas en recursos porque el turista puede conocer el mundo del vino en más facetas que la propia visita a la bodega. Eso sí, para convertir algo en recurso hay que acomodarlo primero y tenerlo en buenas condiciones para evitar los impactos que estamos teniendo en cuanto a infraestructuras, por ejemplo, con las instalaciones eólicas, y con todo tipo de intervenciones”.

Foto: Vinícola Real 200 Monges.

Por su parte, Sara Arambarri ha expuesto el proyecto de enoturismo cultural que desarrolla en Vinícola Real 200 Monges y con el que reivindican el legado histórico artístico del Monasterio de San Martín de Albelda. “Un legado absolutamente olvidado o desconocido en cuanto a los 200 monjes que habitaron este desaparecido monasterio durante el siglo X, un siglo de oro absoluto en La Rioja culturalmente hablando. El Códice Albeldense es una de las piezas fundamentales y uno de los códices más importantes que se conservan a día de hoy en España. A partir de ese código, hemos ido construyendo un proyecto de la mano de la Asociación para la Historia de Albelda que va más allá de lo que es exclusivamente la bodega. Hemos reunido, además, los cinco manuscritos en forma de facsímil o en forma de copia de alta calidad”.

Con este abanico de recursos, la bodega de Albelda ha creado una ruta enoturística que une los Monasterios de Suso y Yuso y la visita a la bodega para conocer el códice, así como para hacer un turismo gastronómico y visitar el escritorio un rupestre de Albelda, “el único vestigio que queda de este monasterio y que se rehabilitará próximamente”. Un proyecto enoturístico que en 2022 ganó el Best Of Wine Tourism y que se enorgullece de ofrecer una visita a bodega diferente: “Las bodegas no podemos contarles todas lo mismo a los turistas, por eso aquí hacemos una visita absolutamente diferente a la vez que apasionante ya que los visitantes se van a convertir en mecenas de este mismo proyecto en el que podrán involucrarse y colaborar”.

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