El verano, que arranca este miércoles a las 16:58 hora peninsular y que estará marcado por periodos alternativos de intenso calor y tormentas, dejará todavía este miércoles fuertes lluvias y granizo en amplias zonas del país, antes de dar paso a un episodio de altas temperaturas con valores entre los 35 y 42 grados.
Con bastante probabilidad, la estación veraniega dejará unas “temperaturas por encima del promedio normal”, ha avanzado Rubén Del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para añadir que, de hecho, podría ser uno de los cinco veranos más cálidos del período de referencia 1993-2016.
A la par que muy cálido, las predicciones meteorológicas apuntan a un verano tormentoso, con precipitaciones por encima de la media para está época del año y con periodos marcados por la estabilidad y el calor, interrumpidos por ciclos más cortos de tiempo inestable y con tormentas.
Del Campo ha explicado que estas situaciones son algo “habitual” en la estación veraniega, pero, sin embargo -ha incidido- en que quizá este año se sucedan con “más frecuencia” la alternancia de tormentas con monótonos períodos de días cálidos.
A corto plazo, este miércoles todavía hay que “prestar atención” a las tormentas, acompañadas de granizo, que afectarán a amplias zonas del norte, este y centro de la península y que podrán ser fuertes, con más de 15-20 litros por metro cuadrado en menos de 1 hora, por lo que ha pedido “precaución”, ante un riesgo importante.
De esta manera, doce comunidades continúan hoy en alerta por lluvias y fuertes tormentas, con especial incidencia en Aragón, ambas Castillas, Navarra, País Vasco y La Rioja, donde hay aviso naranja (riesgo importante) por una precipitación acumulada de 30 litros en una hora.
A partir del jueves, “cambia el tiempo de forma clara y durante varios días” para prevalecer los cielos poco nubosos con valores en “progresivo y generalizado ascenso” gracias a la estabilidad atmosférica y a la posible llegada de una masa de aire cálido procedente de latitudes más bajas del norte de África.
Se trata de un “episodio cálido importante”, con valores diurnos entre 5 y 10 grados por encima de los valores normales, y aunque todavía es pronto, “no podemos descartar”, que a partir del fin de semana se superen los umbrales de “intensidad, extensión y duración necesarios” para hablar de la primera ola de calor del verano de 2023.
De esta manera, a lo largo de los próximos días -por lo menos hasta mediados de la próxima semana-, se superarán los 35 grados en buena parte del centro y sur de la península y en algunas zonas del norte mientras que en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir se alcanzarán o superarán los 40-42 grados.
De igual manera, las noches también serán muy cálidas con mínimas cercanas a los 20-22 grados en la costa mediterránea, centro y sur de la península.
Para el fin de semana se espera de nuevo “una nueva subida generalizada” de las temperaturas, con 35 grados en la mayor parte del centro y sur de la península, en amplias zonas del nordeste y de la meseta norte y 40-42º en los Valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir.
A modo de ejemplo, ciudades como Valladolid, Zaragoza, Zamora, Lleida o Madrid superarán los 38º y Cáceres, Ciudad Real, Toledo, Jaén o Huelva, especialmente el domingo, rondarán los 40 grados; en ciudades como Sevilla, Córdoba o Badajoz podrían rondar los 42 grados e incluso superarlos.
Esta situación de altas temperaturas sin grandes variaciones persistirán a lo largo de los primeros días de la próxima semana, cuando además se mantendría el calor y los cielos poco nubosos.
En cuanto a las Islas Canarias, a partir del lunes próximo podría experimentar una importante subida de las temperaturas, con valores que podrían alcanzar o superar los 35 grados.
