El Rioja

El “día zero” de una nueva revolución en Rioja

Algo está pasando en Rioja. Otra vez. Y el pasado sábado fue el “día zero” de un movimiento que promete grandes alegrías al sector del vino en la región. No lo dicen con palabras sino con sus propias elaboraciones. Para hablar ya están los demás. Un grupo de amigos, todos ellos residentes en la sonsierra riojana (San Vicente, Briones, Ábalos, Haro, Labastida…), que cada martes se sientan a la mesa para compartir su pasión por la viticultura y el entorno que les rodea en su día a día.

No sólo comparten pasiones. De hecho, prácticamente lo comparten todo. La vida. Incluso la crianza de unos hijos que han nacido y viven todo lo lejos que se puede vivir hoy en día de una gran ciudad. Son un grupo de amigos que comparten brindis e ilusión por el trabajo, pero también amigos que se ayudan y se apoyan. Que se nutren y aprenden los unos de los otros. “En definitiva. Una pequeña gran familia”. La familia de los ‘Martes of Wine’, como se hacen llamar a sí mismos, que celebraron su primera gran fiesta en el antiguo matadero de San Vicente para lanzarle un grito al Rioja.

¿Y qué gritan Miguel (Merino), Erika, José, Vicky, Carlos, Ricardo, Álvaro y el otro Miguel (Cupani)? Pues algo tan complicado como sencillo si se tienen los conocimientos adecuados y una materia prima inmejorable. Y, por suerte, con el paso de los años, ellos han adquirido los primeros -aunque sigan aprendiendo cada día- y han identificado las mejores uvas de toda la comarca para darle otra vuelta de tuerca a los vinos de la denominación más importante de España. “Beberse el paisaje, revalorizar el entorno, disfrutar entre amigos y vivir la vida como hemos decidido vivirla”.

Su “día zero” congregó a medio centenar de personas, ávidas por conocer qué está pasando con esta nueva generación de viticultores sonserranos. Con las catas de cada martes como excusa y seis barricas como expositores, el pistoletazo de salida a un camino que quieren recorrer juntos por aquello de llegar más lejos aunque vayan algo más despacio. Los presentó el sumiller de Venta Moncalvillo y miembro de este selecto club, Iván Sánchez, quien invitó a los presentes a reflexionar sobre el potencial de las diferentes localidades de Rioja frente a otras regiones de fama mundial como La Côte de Nuits (Borgoña) o Barolo (Piamonte). “Sólo en Briones hay 1.400 hectáreas de viñedo y en San Vicente más de 1.800”.

Puestos en perspectiva, por aquello de conocer primero lo que tenemos más cerca, un recorrido por los diferentes parajes de la zona. Como el Bardallo, donde salen uvas con las que hacen vinos Ricardo Fernández (Abeica), Carlos Sánchez y José Gil y Vicky (Vignerons de la Sonsierra). “Las viñas están a sólo unos metros. Nos separa un camino”. Y mientras paseas a través de los sorbos, notas entonces cómo Carlos Sánchez -madrileño afincado en La Rioja- apuesta por la finura y la mineralidad de cada parcela; y cómo la pareja de vignerones afina sus vinos en una cueva subterránea del siglo XVI; o cómo Ricardo -quinta generación vinícola- apuesta por el origen para plasmar el terroir.

Álvaro Loza nos movió por el triángulo que forman Haro, San Vicente y Labastida. El triángulo de la Borgoña riojana. El más joven de los ‘Martes of Wine’ y el que más se mueve alrededor del mundo para palpar en primera persona diferentes vendimias -recientemente aterrizado de Sudáfrica-, frente al más mayor: Miguel Merino. El nombre más conocido en el sector por aquello de continuar con el legado de su padre, Miguel Merino, mientras lleva al mundo La Loma o La Quinta Cruz para mostrar la personalidad de los viñedos más especiales de la bodega.

A la cita también acudieron periodistas del sector como Raquel Pardo, Pilar Cavero, Julio Flor o Santi Rivas. Este último comentaba entre vino y vino que el mundo está mirando a Rioja. “Cuando voy fuera, me preguntan que qué está pasando aquí”. Y aseguraba que la DOCa vive su mejor momento con la efervescencia de jóvenes productores como los que este sábado protagonizaban su “día zero” o como los que ya protagonizaron su particular revolución hace casi una década. Entonces fueron los Rioja’n’roll quienes pusieron la voz indie a la comarca. Ahora son los ‘Martes of Wine’ quien le ponen el acento francés.

La anécdota de la jornada llegó con un rayo que impactó a escasos metros del antiguo matadero, dejando sin luz durante un rato a todo San Vicente. Por suerte, había vino de sobra. Y jamón. Y queso. Y paella. Incluso albóndigas. Y de postre, vinos de diferentes lugares del mundo que habían traído los propios viticultores y sus invitados para seguir explorando los confines de la elaboración. Catar, conocer e interiorizar hasta encontrarse a uno mismo, como los ‘Martes of Wine’ han encontrado un modo de vida en la Sonsierra.

El sábado fueron seis, aunque pronto serán más -al menos un par de presentes en la cita ya están explorando las posibilidades de sus viñedos y posibles vinificaciones para sacar próximamente sus vinos al mercado-. Porque la unión hace la fuerza y uno más uno no son dos. La suma de conocimientos multiplica las posibilidades de una nueva revolución en Rioja que ya abre camino al resto de jóvenes que quieren intentarlo. Como ya lo intentan Miguel (Merino), Erika, José, Vicky, Carlos, Ricardo, Álvaro y el otro Miguel (Cupani).

Vinos catados: El Bardallo 2021, Carronillo 2020 y Muestra Garnacha 2022 (Abeica); Haro – Labastida 2019, San Vicente 2019 y Muestra Cien Reales 2022 (Álvaro Loza); Buradòn Blanco 2021, La Bendecida Bio 2020 y Muestra Cuvée Radales 2022 (Carlos Sánchez); Rielo 2018, Cupani Garnacha 2021 y Muestra Cupani 2022 (Cupani); Blanco 2021, La Loma 2020 y Muestra La Quinta Cruz 2022 (Miguel Merino); y Camino de Ribas 2021, José Gil El Bardallo 2021 y Muestra Blanco 2021 (Vignerons de la Sonsierra).

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