Lejos de los focos, de las botas relucientes y del himno de la Champions, el fútbol esconde grandes historias. Como la de Luis Rioja, un hombre que ha mamado La Calzada desde su infancia. Primero como jugador, luego como directivo, después como presidente y ahora es uno más desde la grada. Por lo tanto, quién mejor que él para hablar del club de su pueblo, que vive el mejor momento de su historia. No todos los días se está a un partido de ascender a Segunda RFEF. Si La Calzada vence al Racing Villalbés (sábado 17:00), se hará un hueco, por primera vez en su historia, en la cuarta categoría del fútbol nacional.
Todo comenzó en los campos de tierra: “Yo empecé a jugar en juveniles con 15 años (1980), entonces solo existían el juvenil y el sénior. Antes, pues jugábamos torneos de chavalillos en Santo Domingo. Salvo cuatro años que jugué en el San Lorenzo (Ezcaray), estuve desde los 15 a los 41 en La Calzada. Ahí me tuve que retirar, me lesioné la rodilla y con la edad, ya no era lo mismo. Casi siempre he jugado en Regional”. Eso sí, su pasión por los colores iba más allá del terreno de juego: “El último año que jugué (2006-07) fue el año de nuestra refundación”.
Foto: Luis Rioja / FC La Calzada
En esa misma temporada, Luis ya estaba en la directiva: “No encontrábamos gente para jugar, nadie quería venir, si no hay un incentivo, era difícil. Aún así, intentamos que el equipo arrancase como fuera”, reconoce. A menudo, las grandes historias parten del sufrimiento. Quizá por eso, Luis sabe valorar el momento actual: “Después de las dos eliminatorias que superamos, les dije a los jugadores que me habían hecho llorar. Estoy ilusionado, estoy emocionado, después de todas las penurias que sufrimos, conseguir esto es lo más”. Buena parte de culpa en el crecimiento del club tiene Rioja, cuyo camino discurrió en dificultades.
Desde entonces, el progreso no ha parado: “Los dos últimos años están siendo fabulosos. Para los que llevamos toda la vida viviendo unos colores, esto es increíble. Este año, el equipo ha respondido en casa, la afición también y ya no se puede pedir más. Yo les dije el otro día a los jugadores: para mí habéis cumplido ya todos los objetivos. Ascendamos o no, se merecen que les hagamos un homenaje cuando acabe la temporada”, explica Rioja. Cómo no, este calceatense no se pierde nunca un partido en El Rollo. Además, en la medida de lo posible, también acompaña al equipo fuera de casa.
Foto: Luis Rioja / Luis conoció a Paco Buyo en Villalba, cuyo hijo es lateral izquierdo del Villalbés
Después de tantos sinsabores, ahora todo el mundo está de fiesta. En la ida, casi doscientos riojanos se desplazaron hacia Villalba. Cómo no, Luis fue uno de ellos: “Me sorprendió bastante la gente que fuimos, algunos fueron el viernes, otros el sábado y ver el ambiente que se preparó fue maravilloso. La afición de Villalba merece un diez, espero que aquí estemos a esa altura. Nos trataron fenomenal”. También hubo una sorpresa muy positiva, puesto que Rioja conoció al legendario Paco Buyo, cuyo hijo juega como lateral en el Villalbés: “Paco es muy humano, muy cercano a la gente, me llevé una buena sorpresa y nos dijo que vendría a Santo Domingo”.
Con la presencia del ex portero, La Rioja Alta gozará como ya disfrutó en la ida. “Nos mandaron fotos y en cada bar estaban viendo el partido. Fue increíble, hubo gente que lo comparó con la celebración del Mundial 2010”. La vuelta, con un posible ascenso a la vuelta de la esquina, pinta por todo lo alto: “Me está llamando gente de fuera para pedirme entrada. Sé que la directiva las está vendiendo anticipadamente, ayer me llamaron de Vitoria, de Madrid… gente que tiene contacto con el club. No vamos a caber todos, esto para una ciudad como Santo Domingo es increíble, se nos escapa de las manos”, explica Luis, emocionado.
Foto: FC La Calzada / La unión hace la fuerza
Cien años de fútbol en Santo Domingo pueden coincidir con un hito histórico para La Calzada. Pero si no ocurre, tampoco será una tragedia: “Llegados aquí, vamos a celebrarlo de todas formas”. Su plan es un hermanamiento total con la afición lucense, tal y como ocurrió en la ida. Independientemente de lo que pase, La Calzada 2022-23 ya ha quedado inmortalizado en el recuerdo de un pueblo humilde y trabajador. Un fiel reflejo de su club.
