Las procesiones han salido a la calle este lunes por San Isidro, patrón de quienes laborean la tierra, y lo han hecho con más ilusión de la prevista. Las lluvias de este fin de semana han dibujado una ligera sonrisa en los rostros de agricultores y ganaderos o, al menos, han suavizado el gesto de disgusto que venía protagonizando las últimas semanas.
Los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología se han cumplido regando los campos de La Rioja con unos 75 litros caídos desde el pasado viernes en la región. Ligeras lluvias bien repartidas por toda la geografía riojana y que han sido más intensas durante la jornada de este domingo, cuando se registraron cerca de tres litros en la estación de Agoncillo.
Cerca de diez litros han caído en Anguiano y Arnedillo, mientras que Ocón también se ha regado bien al cierre de esta primera quincena de mayo con unos siete litros. Las nubes, sin embrago, han cubierto el cielo durante todo el fin de semana acompañadas del frío, con temperaturas mínimas que han rondado los cinco grados en varias zonas como Enciso y Anguiano.
Como agua de mayo, han llegado por fin las precipitaciones que elevarán los niveles del agua embalsada en la comunidad, que la semana pasada perdió unos 720.000 metros cúbicos. La principal se registró en Mansilla, con 0,36 hectómetros cúbicos menos para situarse en los 60,3 (el 89 por ciento de su capacidad), pero también hay buenas noticias desde La Rioja Baja y es que este lunes se ha iniciado el vaciado total de embalse de Enciso.
Una actuación que regará lentamente los campos de los agricultores del valle del Cidacos y buena parte de los del Eje del Ebro, quienes afrontan con preocupación la sequía. Se trata, por tanto, de la fase 12 de la puesta en carga de esta presa, cuya capacidad total es de 46,5 hectómetros cúbicos.
