El Rioja

Muga impulsará El Andén de la Estación desde la cooperativa de Labastida

Ya es oficial. Bodegas Muga firmó este pasado lunes la compra de las instalaciones de Solagüen, la cooperativa de Labastida, con el fin de impulsar el nuevo proyecto que tiene entre manos la familia más allá del histórico Barrio de la Estación de Haro. El Andén de la Estación es un crianza nacido en la cosecha de 2016 que pasará a elaborarse en las instalaciones de Bodegas y Viñedos Labastida, fundada en 1964.

La que llegó a ser la principal cooperativa vitivinícola de Rioja Alavesa viene arrastrando dificultades económicas durante años debido a las últimas inversiones realizadas (las instalaciones adquiridas por Muga se estrenaron en 2007). “Es un proyecto prometedor y de gran volumen que ya va por la añada 2019 y con 250.000 botellas”, comunicaba el director técnico de Bodegas Muga, Isaac Muga, durante la cita de las Catas Underground celebradas este miércoles en El Calado y en la que se pudieron probar algunas de las referencias de la firma.

“Esta nueva adquisición dará alas a un proyecto radicalmente diferente a lo que hacemos en Haro”, añadía, sin olvidar que Muga ya cuenta también con sus propias instalaciones en Badarán para la elaboración de blancos y rosados, así como en Villalba para tintos.

“Es un vino que está teniendo tan buena aceptación y funcionando tan bien que hemos visto necesario darle una entidad propia, así que cuando surgió lo de la compra de la cooperativa de Labastida vimos una buena oportunidad. Son instalaciones bastante más grandes de lo que teníamos previsto, pero tampoco había otra opción. Además, con esta acción conseguiremos que los socios tengan un futuro y puedan quitarse la mochila que tenían encima”, explica Isaac, anunciando que en los próximos días se cambiará el cartel de Solagüen por el de El Andén en estas instalaciones.

Será un nuevo paso para Muga que, además, facilitará el trabajo durante las cosechas: “Era ya insostenible gestionar las vendimias moviéndonos entre las cinco instalaciones que tiene Muga, con empleados para aquí y empleados para allá y Pablo Orio trabajando a la vez en tres bodegas diferentes. Tampoco podíamos meter un vino más en la bodega de Haro porque ahí ya andamos despacio y con problemas de espacio y medios como para contar con otro vino que solo puede perjudicar a los ya existentes. Así que aquí traeremos también una partida de los kilos de uva de la que vendimiamos”.

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