Semana Santa

La Pasión de Cristo toma las calles de Calahorra con “mucho trabajo y cariño”

Sergio Jiménez Foronda.- La representación de la Pasión de Cristo ha tomado este Jueves Santo las calles de Calahorra con la participación de unas doscientas personas, entre actores y legiones romanas, que han puesto “mucho trabajo y cariño” para contar una historia en un paseo de un kilómetro.

Así lo ha afirmado la presidenta de la Agrupación Cultural Grupo Paso Viviente de Calahorra, Reyes Pérez, quien ha explicado que este Jueves Santo se ha retomado una tradición que “puede parecer un acto religioso, pero no es lo que se busca. Es una obra teatral”.

EFE/Raquel Manzanares

“Contamos una historia y es cierto que el que sea creyente la va a vivir de una manera concreta, pero el que no lo sea la puede disfrutar igual, porque no deja de ser una obra de teatro” y “se puede ver y disfrutar con cualquier tipo de idea o sin ningún tipo de idea”, ha incidido.

Uno de los sellos distintivos de esta representación de la Pasión de Cristo, que celebra este año su edición número 40, es que, a diferencia de otras similares que se realizan en Semana Santa en el norte de España, es que “es una recreación nocturna y es verdad que, por la noche, a través del sonido, la música y demás, se crea un ambiente más mágico”, ha indicado.

Ha expresado que, al realizarse por la noche, “lleva a la gente a meterse más dentro de la historia, tal y como está narrada, al estar unida a diferentes canciones en momentos puntuales y al efecto de la luz y el ambiente que se crea con las legiones y el pueblo”.

“Esta obra se vive”

“El que quiera participar desde dentro, nosotros encantados, y el que quiera, simplemente, disfrutarla como espectador, pues encantados también”, ha destacado Pérez, quien ha señalado que “la gente está ahí y te transmite su apoyo y su cariño, que para nosotros es muy importante”.

Ha asegurado que los participantes en esta obra teatral “trabajan mucho -algunos, desde diciembre del año pasado- para intentar que todo salga lo mejor posible” y, “para gustar, al final, intentas que aquel que venga a verlo lo disfrute, se lleve un buen sabor de boca y también le diga a sus amigos y conocidos que hay que ver esto porque merece la pena”.

Pérez ha indicado que, junto a quienes desfilan en la obra, unas doscientas personas entre legiones y actores, está “la parte del pueblo judío, que acompaña a Jesús en esos últimos momentos” y al que se puede unir cualquier espectador, ya que “es cierto que cada año se anima más gente a vestirse y a verlo desde dentro”.

“Esta obra se vive y se ve de otra manera yendo dentro de ese grupo del pueblo judío, y, después, hay calagurritanos y mucha gente que viene de fuera a verlo como espectadores durante esa noche y que nos llevan acompañando 40 años”, ha destacado.

Respecto a si se incluyen novedades en esta edición, ha precisado que “la historia es la que es y no se puede cambiar, hay que crucificar a Jesús”.

“Pero es verdad que, a veces, se modifica alguna música y cada año se van restaurando los diferentes decorados, que son detalles que, desde fuera, no se ven porque la gente no se tiene por qué acordar de qué color era el escenario”, por ejemplo, ha concluido.

EFE/Raquel Manzanares

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