La Rioja

La Rioja invierte 435.000 euros en rehabilitar el puente de hierro de Arenzana

El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Sostenibilidad, Transición Ecológica y Portavocía, está acometiendo las obras de restauración del puente de hierro Arenzana para reparar el deterioro que ha sufrido este viaducto, de casi cien años, que resultó dañado al vencerse uno de los vanos en 2020.

Una situación que se dio debido al deterioro sufrido por el abandono y ausencia total de mantenimiento de la infraestructura desde que se construyera la alternativa al puente en 1993. Los trabajos, que finalizarán en torno al mes de julio, suponen una inversión de 435.000 euros para dignificar la infraestructura existente como elemento patrimonial y asegurarla para el paseo y un uso lúdico de la misma.

El consejero de Sostenibilidad, Transición Ecológica y Portavocía, Álex Dorado Nájera, y el director general de Infraestructuras, Vicente Urquía, han visitado este jueves el puente junto al alcalde de Arenzana de Abajo, Julio Francia y al personal técnico del servicio de Carreteras y de la contrata que lleva los trabajos, en este caso Obras de Construcción e Instalaciones SA.

El consejero ha expuesto tras la visita que “hemos querido conservar y dignificar los restos del puente de Arenzana como pieza de patrimonio que ha conformado un paisaje característico durante casi cien años, de forma que no entrañe riesgo y permita un acercamiento al río Najerilla. Lamentablemente, no hemos llegado a tiempo de salvar la infraestructura al completo que, tras años de abandono, sufrió un derrumbe en 2020 cuando estábamos redactando el proyecto para la restauración del conjunto del puente. De cualquier forma, hemos querido invertir en la restauración del vano del puente que se conserva y en el acondicionamiento de la zona colindante porque sabemos la importancia que la estructura tiene para Arenzana de Abajo y para la comarca”.

Los trabajos de restauración acometidos han restaurado el vano metálico sobreviviente, así como el resto de los elementos del puente, estribos y pila. En la subestructura de los estribos y la pila se ha hecho una limpieza y reposición de sillares, eliminación de canalizaciones y retirada de la vegetación. En la estructura metálica se ha efectuado una limpieza, reforzado los elementos más afectados, reparado los apoyos y rellenado con resina los huecos y aberturas, tras lo cual se ha pintado el conjunto con tratamientos que garanticen su conservación y protección más allá de 30 años.

Un puente que será centenario en 2025

En cuanto al tablero del puente que se conserva, se ha procedido a su aligeramiento y recuperación de la capacidad estructural y de drenaje. Tras retirar todo el material sobre las vigas se recompuso un nuevo tablero de paneles, se instaló un nuevo pavimento bituminoso, juntas de dilatación y un sistema de drenaje.

El puente de hierro de Arenzana sobre el río Najerilla es un puente de dos vanos, construido entre 1924 y 1925, que daba soporte a la carretera LR-113, a su paso sobre el río. En el año 1993 pasó a estar fuera de servicio al construirse una variante de la carretera en la zona con un nuevo puente, aguas abajo del antiguo. El 23 de octubre de 2020, acaeció el derrumbe de uno de los dos vanos que conformaban el puente al paso de un vehículo.

El viaducto se compone de dos vanos, de los que sólo queda uno, idénticos en dimensiones y forma, con una longitud total de 37,20 metros formados por vigas de hierro forjado, armado con roblones. Cada tramo está compuesto por dos celosías paralelas separadas 5 metros, entre caras interiores y con un canto total de 3,60 metros. Las celosías están construidas con dos cordones separados por montantes verticales cada 3 metros y arriostradas por cruces de San Andrés.

El tablero se constituye con vigas transversales armadas sobre las que se apoyan cinco largueros longitudinales, que sirven de soporte a unas vigas de chapa plegada, sobre las que se dispuso en los años 50 del siglo pasado una losa de hormigón, que establecía la calzada de la carretera antigua. Las vigas se apoyaban en estribos de piedra y una única pila central, también de sillería pétrea.

Daños en la estructura metálica

La estructura del puente presentaba un grado apreciable de corrosión, llegando en algunas zonas donde el ataque del agua ha sido más profundo, a producirse perforaciones en las platabandas que forman la estructura. Estas zonas son principalmente el cordón inferior de las celosías laterales y los montantes y cruces de arriostramiento en las zonas coincidentes con el tablero, en las que la acumulación de tierra y hojas provocaban la retención del agua de lluvia.

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