La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha apoyado la entrega de una mujer paquistaní acusada junto a su marido de haber secuestrado y matado en 2020 a su hija, quien se casó sin permiso de sus progenitores. Unos hechos que ha negado la reclamada, que ha asegurado haber sido “falsamente imputada” y ha pedido al tribunal que rechace su extradición por no tener “garantías” en su país.
El matrimonio, que estaba asentado en Logroño, fue detenido en octubre del año pasado al pesar sobre ellos -un hombre de 67 años y una mujer de 51- una orden internacional para su extradición a Pakistán a raíz de una denuncia del marido de su hija.
La Audiencia Nacional ha celebrado este jueves la vista de extradición de la mujer, quien ha rechazado de plano ser entregada a su país, donde ha asegurado que no tendrá “ningún tipo de garantías”. La reclamada ha negado asimismo las acusaciones que se dirigen contra ella y ha puesto en valor el arraigo que tiene en España, donde vive desde hace 15 años y reside su familia.
La Fiscalía, por contra, sí que estima que se cumplen todos los requisitos para su entrega y ha indicado que “no consta” que las autoridades de su país hayan pedido su extradición por motivos de raza, religión o cualquier otra causa que impidiese acceder a la misma.
Ha explicado que, según la reclamación de las autoridades pakistaníes, la hija del matrimonio se casó con una persona “que no era del agrado de su familia” y que, un día, tras ir a casa de sus padres, “la retuvieron y en la actualidad no se sabe su paradero”, unos hechos que han motivado una solicitud de extradición de Pakistán por los delitos de secuestro y asesinato.
Eso sí, la fiscal ha solicitado al tribunal que, en el caso de autorizar la entrega, reclame a Pakistán garantías para asegurar que si acaba siendo condenada a una pena de prisión perpetua, ésta se puede revisar y tener en cuenta las circunstancias que eviten que esté “privada por vida de libertad”.
La defensa de la reclamada, sin embargo, se ha opuesto “rotundamente” a que sea entregada para que declare en Pakistán por el “capricho arbitrario” del marido de su hija y sin que exista un auto de procesamiento que concrete los hechos de los que se le acusa.
Además, ha indicado que únicamente hay una denuncia contra ella, que motivó la orden de arresto internacional, y que en Pakistán ya han declarado familiares suyos que actualmente están en libertad.
