El CD Calahorra ha ganado al Numancia (0-1), gracias a un gol de Marcos Baselga en el minuto 90, el quinto tanto en su cuenta particular. Primer triunfo para Carlos Pouso como entrenador de los rojillos, un resultado que les impulsa a los 17 puntos y les acerca a diez de la permanencia. Sigue siendo muy difícil, pero que nunca se pierda la esperanza. Ya ha llegado la tercera victoria de la temporada, después de una racha de once partidos sin vencer (desde el 30 de octubre).
Foto: CD Calahorra / Los jóvenes aficionados rojillos, ilusionados tras el triunfo
Las urgencias dominaban a los visitantes, que han plantado cara en una primera mitad ciertamente igualada. Limones ha tenido que intervenir para cortar un disparo de Mancebo y el mismo futbolista ha encontrado la red, si bien era fuera de juego. Por parte visitante, las acciones más peligrosas han llegado en base a centros. Así, Davo y Aritz Pascual han enviado fuera algunos testarazos. Llegadas y alternativas en un guion que no estaba gustando nada a los de Iñaki Bea. El técnico local lo ha demostrado con un triple cambio en el descanso.
Tras el paso por vestuarios, el Calahorra ha buscado con más fervor el partido. La ha tenido Aritz Pascual, que ha marrado un mano a mano ante Ayesa. Quizá remató demasiado raso. El marcador no valía a nadie y por eso, ha habido mucho ritmo e intensidad. Desde el banquillo, Baselga, Arias y Oier Calvillo (otro debut), demostraba la necesidad visitante de conseguir los tres puntos. Claro que los sorianos también seguían intentándolo, especialmente Rubén Mesa. El ‘9’ ha ejecutado un cabezazo espectacular, aunque mejor ha sido la parada de Limones. El meta se ha suspendido en el aire para protagonizar una de las mejores acciones de esta jornada.
El Numancia seguía sin estar cómodo, pero a los riojabajeños no les valía sumar solo de uno en uno. Han ido a por la victoria y en el último momento, la han logrado. Ángel López ha filtrado el pase y Baselga ha batido a Ayesa con un disparo raso y cerca del poste. Una nueva dosis de esperanza para un equipo que no quiere rendirse.
