Cultura y Sociedad

Pepitas de Calabaza edita ‘Yeguas exhaustas’: realidades “que se invisibilizan”

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Sergio Jiménez Foronda.- La novela ‘Yeguas exhaustas’, de la escritora Bibiana Collado, narra la historia de “una genealogía de mujeres, que llevan toda la vida persiguiendo lo que les prometieron, sin llegar a conseguirlo”, para pensar, junto al lector, sobre el mundo actual y “las realidades que se invisibilizan”.

Así lo ha afirmado a EFE la autora, quien ha explicado que ‘Yeguas exhaustas’, publicada de forma reciente por la editorial riojana Pepitas de Calabaza, trata de “lo que no encaja, lo que no va bien, de eso que no acaba de cumplirse y de la vida que prometieron, de forma especial, a las mujeres”.

Collado (Borriana, Castelló de la Plana, 1985), también doctora en Literatura Hispanoamericana, ha indicado que esta primera novela “tiene algo de ensayo porque, en cada capítulo, a partir de una pequeña anécdota de la vida de su protagonista, Beatriz, se hace toda una reflexión crítica”.

Se trata de “una novela con mucha carga social, que está anclada radicalmente en el presente, pero que, a su vez, se remonta a una genealogía de mujeres, en la que hay abuelas, madres e hijas; hay una continuidad”.

‘Yeguas Exhaustas’ refleja, de alguna manera, “la vida de finales del siglo XX y el paso al siglo XXI en ese país (España), que parecía modernizarse de una manera tan rápida que parecía que iba a ofrecer un paraíso, y que no llegó a hacerlo, así que es una novela muy anclada en el hoy”, ha explicado la autora.

En esta novela hay “dos cruces importantísimos, uno relacionado con esa crítica al clasismo, al elitismo y a cómo se sigue en una sociedad que no mira de la misma manera a todo el mundo; quizá, de forma específica, hace mucha alusión al clasismo en las élites intelectuales y culturales”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

Este novela muestra “cómo, en nuestro país, hoy en día, esas élites siguen estando pobladas, de manera mayoritaria, por aquellos que debían estar ahí, aquellos que ya venían de un mundo, una familia y un estatus relacionado con ello”, ha asegurado.

El otro “punto crítico fortísimo” que trata de reflejar esta obra es el “que tiene que ver con el género, con el ser mujer”, ha detallado la autora, quien ha explicado, a este respecto, que “hay una doble subalternidad que se cumple en la novela: ser de clase baja y ser mujer”.

“Como casi todas las historias, esta surge de la necesidad de contar aquello que a mí no me contaron, las ganas de leer historias sobre aquello que a mí me hubiera gustado leer, que son una serie de realidades y de preocupaciones”, ha precisado.

Collado ha resaltado que empezó a escribir esta obra “con muchas ganas de comunicar algunas cosas y de hacer algunas críticas que había hecho desde textos más académicos y desde la investigación, pero que, por eso mismo, habían tenido un lenguaje muy restringido y muy codificado”.

“Me apetece -ha subrayado- decir esas críticas de otra manera y con un anclaje en esa vida real, en esos cuerpos reales, en mi propia historia y en la historia de muchas mujeres de mi generación y de generaciones anteriores, y empiezo a escribir con esa voluntad crítica de decir y de pensar sin saber lo que va a salir”.

Sobre sus trabajos futuros, ha señalado que sus libros anteriores han sido de poesía, un género sobre el que tiene preparado “un proyecto que hay que dejar reposar”, a lo que se une esta novela, que le ha dado “muchas ganas de escribir, investigar y examinar”.

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares.

El editor de Pepitas de Calabaza, Julián Lacalle (Logroño, 1976), ha destacado a EFE que este libro, “a pesar de ser una novela, explica muy bien el paso en España del siglo XX al XXI desde la óptica de la gente que trabaja”.

“Cuenta una historia real, de gente que tiene que levantarse todos los días muy pronto para que sus hijos vayan a la universidad, y de las relaciones que, luego, eso supone”, así como el hecho de que “entrar en ‘el olimpo de las universidades’ y haber podido estudiar no garantiza poder llegar a tener una vida más que digna”, ha explicado.

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