Un manto blanco comienza a copar el campo riojano y no es por la nieve. La región ha florecido antes de tiempo con los almendros apuntando con esas yemas abotonadas y alguna que otra flor completamente abierta que de forma puntual ya ilumina el campo. Y lo ha hecho prácticamente un mes antes de lo habitual porque lo habitual es que la floración se produzca la primera semana de febrero.
¿El causante? Sin duda, el invierno que no ha sido invierno en las últimas semanas. “La meteorología que ha acompañado desde diciembre no ha sido propia de un clima invernal, con temperaturas más altas de lo normal, lo que va a provocar que se adelanten todos los cultivos, no solo el almendro”, apuntan desde la SAT La Galera de Aldeanueva de Ebro. Y con el riesgo de sufrir los riesgos de unas heladas tardías como ya sucedió el año pasado.
Pero no solo las explotaciones de almendros de variedades tempranas, las comunes, están ya en flor, sino que las de floración tardía también comienzan a ‘abrirse’.”Cada vez se priman más las plantaciones de variedades tardías, pero si a la vez se está produciendo un adelanto de la brotación como tónica general, estas nuevas variedades van a dejar de tener tanto sentido porque el riesgo de sufrir heladas no se va a poder evitar”, añade Javier, técnico agrícola de esta cooperativa.
En el caso de La Galera, la producción de la última campaña apenas se resintió porque el hielo no dejó huella en sus frutales, a diferencia de las zonas altas de Arnedo, Quel, Grávalos y Valverde. En total, se recogieron unos 400 mil kilos de almendra, aumentando “considerablemente” la producción gracias a la inclusión de nuevas plantaciones y la incorporación de más socios.
Los precios, “estancados”
Las esperanzas del sector productor estaban puestas en una subida de los precios para esta campaña pasada debido a la merma de producción producida por las heladas, por lo que el fruto se almacenó a la espera de esa recuperación. Pero todo se quedó en meras esperanzas. “Para sorpresa de todos se produjo un bajón muy representativo en la mayoría de variedades, sobre todo en la almendra ecológica que cada vez reduce más su precio porque prácticamente ni la demandan cuando antes se peleaban por ella. Ahora está incluso más barata que la almendra marcona. Una situación que en el sector se achaca al comportamiento de California, que todavía tiene almendra de la campaña anterior sin vender”, asegura Javier.
En concreto, la ecológica ronda los 6,15 euros el kilo y hace un año estaba a más de 8,6 euros, frente a los 7,15 euros a los que se vende la marcona, “la variedad que menos ha variado su precio en los últimos meses y la que más cara se vende”. Por su parte, la almendra común está en torno a los 3,75 euros el kilo, mientras que a comienzos de campaña alcanzaba los cuatro euros.
Los precios por el momento, y tras una bajada continuada desde que comenzó la campaña de recolección, “están estancados” y las esperanzas ahora se fijan en marzo: “Se espera que puedan subir ligeramente de cara a este mes como solía producirse en años previos, aunque ya llevamos dos ejercicios en los que esta tendencia no se repite, así que las perspectivas no son buenas”. La incertidumbre, por tanto, es notable entre los agricultores ante la evolución de los precios, también de cara a la próxima campaña porque, de no volver a producirse heladas, la producción se mantendrá estable con la consecuente repercusión en los precios.
