El Calahorra ha caído por la mínima ante el Intercity (1-0) y cierra la primera vuelta con una nueva derrota, la décima de la temporada y la tercera consecutiva. Como resultado, los riojabajeños siguen colistas, con trece puntos y necesitan un auténtico milagro para salvar la categoría. Con solo 13 goles a favor, la cuesta se vuelve muy empinada.
El conjunto entrenado por Carlos Pouso ha saltado al Antonio Solada blindándose atrás. Cinco defensas, con Zubiri, Edu Luna y Joan Rojas como centrales. Por delante, la dupla Vidorreta-Santana, ya habitual. En ataque, Pedro Pata ha supuesto la principal novedad en el extremo derecho. Por último, Gabarre se ha situado como referencia arriba. El objetivo estaba claro: el triunfo. No podía ser de otra forma, vista la clasificación y la distancia respecto a la permanencia. Enfrente, uno de los mayores presupuestos de la categoría, aunque también en puestos de descenso.
Sin embargo, a los riojanos no les está saliendo absolutamente nada. Tras media hora de tanteo y equilibrio, Guillem Jaume ha abierto el marcador en la primera opción clara para los alicantinos. Pared por la banda derecha, Guillem ha recibido en diagonal hacia el área, ha sorteado a su marca y definido perfectamente por bajo. Otra vez, jarro de agua fría a las primeras de cambio. Una lástima, porque los rojillos se estaban mostrando sobrios y con control en el centro del campo. Bien es cierto que muy poca creación en ataque, con Gaizka Campos sin realizar una parada de mérito.
Foto: CD Calahorra
Algo tenía que inventarse Pouso, que ha introducido a Sergio Gil en el descanso, por Pedro Pata. Los de Gustavo Siviero estaban controlando bien el partido, ante una serie de acometidas imprecisas. Había llegado el momento de cambiar sistema. Arias por Edu Luna y transición hacia defensa de cuatro. Esta segunda sustitución sí ha mejorado a un Calahorra mucho más ofensivo y vertical. Gabarre ha rematado de cabeza un centro de Sergio Gil desde la zurda. Sin problemas para el guardameta, pero era algo.
Poco le ha durado el Calahorra esta fase de dominio, puesto que el Intercity ha introducido refrescos (Etxaniz en punta de ataque) y ha administrado su ventaja en el marcador. Corría el cronómetro y los visitantes seguían sin contabilizar una oportunidad clara. Barace y Pablo Sáenz (debut) agotaban los argumentos desde el banquillo. No se les puede reprochar voluntad a los rojillos, aunque sus ideas no salían en la práctica.
Al final, se ha agotado el tiempo y ha llegado una nueva decepción. La próxima cita será en casa, frente al Barcelona Atlétic (sábado 17:00). La salvación se escurre entre errores e imprecisiones en ambas áreas.
