Podría ser el set de rodaje de una nueva temporada de esas series ambientadas en grandes palacios, con personajes de vestidos imposibles y caballeros con más de un título. Pero no. Se trata de uno de los grandes edificios emblemáticos de Logroño. Un espacio que, desde su puesta en marcha en el año 1843, ha dado cabida a más de 25.000 alumnos y alumnas riojanos. El próximo 30 de enero, el instituto Sagasta volverá a cobrar vida.
Ocho años después, un proceso largo y complejo de reforma se ha consolidado para volver a acoger a los 956 alumnos y alumnas, repartidos en medio centenar de grupos de ESO, Bachillerato y FP y una plantilla de 109 docentes con la que cuenta el centro actualmente.
El Gobierno de Concha Andreu, desde el arranque de la legislatura en el año 2019, concretó la financiación necesaria para impulsar el proyecto, implicando en ello además al Gobierno de España y a los Fondos Europeos, para lanzar definitivamente la reforma que ahora culmina, después de superar las contingencias derivadas de la gestión de los restos arqueológicos recibidos y de los años de la pandemia.
Los trabajos de reforma y rehabilitación integral han contado con un presupuesto final de 22,6 millones de euros, incluyendo un incremento de 1,3 millones de euros a causa de la modificación realizada a raíz de la aparición de los restos de muralla carlista. Además de con los Presupuestos Generales de La Rioja, la obra del Sagasta se financia con 3,2 millones que aporta el Gobierno de España y 16,55 millones procedentes de Fondos Europeos (FEDER y REACT EU).
