El Rioja

Remírez de Ganuza y su capacidad para vender 50.000 botellas a más de 50 euros

José Ramón Urtasun, propietario de Remírez de Ganuza. | Foto: Bodegas Remírez de Ganuza.

La bodega Remírez de Ganuza entraba en el nuevo año con un nuevo reconocimiento a sus espaldas. La revista especializada ‘The Drinks Business’ incluía su Reserva 2009 entre los diez mejores vinos del mundo en 2022 gracias a la valoración de su editor jefe y Master of Wine, Patrick Schmitt. Algo se olían desde la firma de Samaniego, después de que esta publicación puntuara muy bien su botella dentro de los Rioja, “pero en ningún caso se esperaba que incluyera el vino en este listado donde se rodea de vinos de todo el mundo”.

Una sorpresa que se recibió con “emoción y orgullo”, reconoce su propietario José Ramón Urtasun, y que se suma a otro gran abanico de galardones en su botellero. “Pero más allá de que se escuche nuestro nombre a nivel internacional, lo que se escucha también es el nombre de Rioja, por lo que este tipo de reconocimientos dirigidos a bodegas concretas son un reconocimiento también para la propia denominación y todo el tejido económico de la región que lo rodea”.

Ya se preparan para poner a la venta unos 240 ‘ejemplares’ de este cotizado Reserva 2009 cuyo precio (en torno a los 90 euros), asegura el propietario, no ha variado desde que recibió el premio. “Con más de 10 años de edad, este vino excepcional está perfecto para beber ahora. Tiene un montón de caracteres maduros, de cuero y balsámico dulce, junto con la fruta compotada, e incluso una nota de confitura de bayas. Complementa estos sabores un toque de cedro, chocolate negro y especias, así como una textura encantadora, que comienza carnosa y termina masticable y fresca”, describía Schmitt, mientras que para Urtasun “este es un momento muy bonito para el Reserva 2009”.

Foto: Bodegas Remírez de Ganuza.

Un vino “con una muy buena capacidad de guarda y muy buena evolución porque todavía le queda fruta y frescura, pero ya va desarrollando otros matices que lo vuelven complejo”. Procedente de viñas con una edad media de 60 años y distribuidas en nueve municipios diferentes, todas ellas a los pies de la Sierra Cantabria, esta añada antigua esconde en su interior los matices del tempranillo (85 por ciento), el graciano (10 por ciento) y las pieles de viura y malvasía (5 por ciento).

La bodega, confirma su propietario, vive ahora uno de sus mejores momentos: “En los últimos años estamos teniendo muchos reconocimiento en la prensa internacional y a nivel ventas nos va mejor que nunca con varios años ya creciendo con gran consistencia a pesar de ser una bodega con un mercado ya consolidado”.

Y es que la crisis que vive actualmente el vino de Rioja parece no ir con esta bodega. Remírez de Ganuza ha cerrado el ejercicio 2022 con un crecimiento en ventas superior al 30 por ciento, lo que dejará con la boca abierta a muchos. Pero hay más y es que la bodega de Samaniego se constituye ya como la primera de Rioja y la segunda de España (solo por detrás de Vega Sicilia) en vender más de 50.000 botellas a un precio superior a los 50 euros. “Han sido, concretamente, 52.552 las botellas que hemos vendido este año de nuestro Remírez de Ganuza Reserva, una cifra muy elevada”.

¿El secreto? Urtasun achaca estas buenas noticias a no perder el rumbo que ha caracterizado a la bodega con el paso del tiempo desde su fundación en 1989 y que pasa por centrarse en pequeñas producciones de alto nivel y al comportamiento de los mercados. “El consumidor se está polarizando porque cada vez hay más presión en las gamas de mayor volumen y mayor reconocimiento en las gamas altas. Una tendencia que es mundial porque los grandes vinos del mundo cada vez se están subastando más caros y nosotros, sin estar en ese rango porque si nos comparamos con ellos nuestros vinos son asequibles, nos quedamos en una gama alta dentro de Rioja”, valora.

Foto: Bodegas Remírez de Ganuza.

Esta “pequeña bodega”, con sus 80 hectáreas de viñedo propio repartidas en más de 200 parcelas y sus 150.000 botellas anuales, “hizo mucho ruido en los años 90 por salirse de las tradiciones de Rioja y este espíritu se mantiene con el paso de los años”, remarca Urtasun. Este empresario navarro cruzó el dintel de la puerta hace más de diez años por primera vez para formar parte de este proyecto vitivinícola junto a su fundador, Fernando Remírez de Ganuza, hasta que en 2019 se costituyó como el único propietario. Desde entonces, el mimo hacia el viñedo se ha mantenido intacto para seguir siendo referentes en la larga guarda, con unos reservas y grandes reservas que han demostrado que solo el tiempo es capaz de hacer realidad el afán que persigue la bodega.

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