El cardo con bechamel o con almendras se convierte en los días navideños en La Rioja en uno de los platos más tradicionales de la región. Pocas son las casas en las que el producto invernal no está presente pero la realidad de su producción es bien distinta en la comunidad, que en 2021 (último datos registrado en la estadística agraria) vio llegar las hectáreas de cultivo a mínimos históricos.
Y es que, si hace tres décadas, La Rioja contaba con 145 hectáreas cultivadas de esta verdura de invierno, los registros han ido bajando continuamente hasta llegar a las 35 hectáreas que están cultivadas en la región en la actualidad. «En Calahorra sólo queda un productor de cardos y todo va para la producción en congelado», ha explicado Salvador García, gerente de la cooperativa El Raso.
A pesar de que las hectáreas cultivadas en la comunidad se han dividido por cuatro en las tres últimas décadas, el descenso no ha sido constante y hace un lustro comenzó a crecer el cultivo de este tradicional producto. Estos últimos años, sin embargo, el descenso se ha acrecentado hasta llegar a mínimos en la región.
A pesar de esta reducción drástica de las hectáreas cultivadas en La Rioja, la producción de cardo sólo se ha reducido a la mitad en los últimos años, motivado especialmente por el mayor rendimiento del cultivo. Si en 1990 eran 25.000 los kilos que podían recogerse por cada hectárea cultivada, en estos momentos, las cifras llegan hasta los 48.000 kilos, lo que ha hecho que en el último año hayan sido un total de 1.680 toneladas de cardo riojano las que han salido a los diferentes mercados.
El cultivo, sin embargo, sigue teniendo arraigo entre las huertas de diferentes zonas de La Rioja. Son muchos los riojanos que plantan algún cardo en sus pequeñas fincas para consumo propio.
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