Escuchar y crear. Crear y escuchar. Todo bajo la premisa de reflejar las demandas de un cliente que confía en tu proyecto. Así nace Crealis, de la unión de ‘creation’ (creación) y ‘listening’ (escucha). Este nuevo grupo busca posicionarse como el líder nacional e internacional en la industria del taponado con la sostenibilidad y la innovación por bandera. Dos pilares unidos a esa creatividad para conseguir la excelencia en cada uno de sus trabajos.
Esta marca “madre”, nacida de la unión de los líderes industriales Enoplastic y Sparflex, funciona como una firma paraguas que en la actualidad está compuesta por seis marcas más: Rivercap, PE.DI, Supercap, Corchomex, Le Muselet Valentin y Maverick Enterprise. Crealis también amplía sus servicios a los sectores de las aguas y de los perfumes de hogar gracias a esas inclusiones que se están haciendo dentro del grupo. “Algo que nos permite ser un proveedor de ventanilla única como lo llamamos y que demuestra la capacidad de adaptación de la marca en sí”.
Damián Rodríguez, responsable de Marketing de Rivercap, destaca esta fusión como un punto de inflexión para reforzar todas las marcas que operan a través de Crealis, “ya que se abre a una expansión comercial en nuevos mercados y a unas capacidades de ventas cruzadas gracias a tener a un grupo fuerte y sólido detrás, entre otras grandes ventajas”.
Presentada oficialmente hace poco más de una semana en la Feria SIMEI 2022 en Italia, la marca Crealis se ha creado con el fin de ofrecer todas las soluciones de taponado y sobre taponado en los sectores del vino, los licores, la cerveza, el aceite y el vinagre que pueda requerir el mercado: “Cápsulas para vino tranquilo y espumoso, bozales, tapones de rosca, tapones con cabeza… Todo con unos diseños innovadores, vanguardistas, a medida y respetuosos con el medio ambiente. Se trata de un sello único para ocho marcas que comparte unos mismos valores: estar cerca de nuestros clientes, y abiertos al futuro”.
En cifras, este grupo genera unos 300 millones de euros de volumen de negocio en las 15 plantas de producción que se reparten en seis países. Una labor llevada a cabo por sus 2.000 empleados para acerca los avances en materia de encapsulado y taponado a 70 países, donde se comercializan hasta seis mil millones de unidades cada año de la mano de Crealis.
Así mismo, este grupo está centrando gran parte de sus esfuerzos en el trabajo por la sostenibilidad, no solo desde el punto de vista de la exigencia por parte de los clientes sino también desde la ética del propio grupo: “En gran parte de las compañías del grupo se están poniendo muchos esfuerzos en desarrollar nuevos sistemas tanto de producción como de materiales que sean más respetuosos con el medio ambiente”.
En este sentido, dentro del grupo trabajan con dos laboratorios de innovación y desarrollo ubicados en Francia e Italia y que se encargan de pilotar cualquier tipo de proyecto innovador enfocado mayormente a la sostenibilidad. La “primera piedra que se puso en ese camino hacia la sostenibilidad” fue el material nuevo AGL, donde se sustituía la capa de polietileno que llevan las cápsulas de polilaminado que procedía de combustibles fósiles como el petróleo por una que era elaborada a través de caña de azúcar. “A partir de ahora estamos fomentando todavía más el desarrollo de este tipo de productos. Ocurre como con R-DERMA, que presenta una nueva generación de cápsulas de vino tranquilo y espumoso que contienen un 60 por ciento de polietileno reciclado. Este avance inédito, que reduce la huella de carbono en una media del 18 por ciento, es la solución ideal para potenciar su valor y minimizar su impacto. O por ejemplo Pet+, que son cápsulas fabricadas con un 35 por ciento de material reciclado”, añade Rodríguez.
Por otro lado, desde las instalaciones de Rivercap se están llevando a cabo avances en materia de producción como el nuevo sistema de recuperación de solventes que se usan en la decoración de uno de los tipos de cápsulas que fabrican. Una tarea con la que se evita que esos materiales se vayan a la atmósfera, a la vez que se recupera hasta un 80 por ciento de ese material solvente. “Otra inversión realizada para trabajar por la sostenibilidad”, remarca.
Y es que la industria del taponado y sobre taponado ha evolucionado en los últimos diez años hacia una “tendencia de agrupación entre diferentes empresas de cualquier tamaño y conformación de grupos cada vez más grandes ante la necesidad de aglutinar capacidades de compras y producción”. Además, desde el punto de vista de los clientes, Rodríguez asegura que las propias bodegas caminan hacia el uso de materiales lo más respetuosos posible.
