Con la celebración del Día de la Discapacidad, y ya que estamos en una precampaña electoral continua, quería contar mi experiencia con el Ayuntamiento de Logroño y más concretamente con Logroño Deporte. Porque tanto se nos llena la boca diciendo que todos los centros públicos de La Rioja son accesibles y todo lo que se ayuda a las personas con discapacidad.
Yo voy a contar mi situación personal, que como persona con discapacidad y movilidad reducida he intentado ir, para intentar recuperar algo mi lesión, a la piscina municipal de La Ribera. Siendo desde hace años abonada de Logroño Deporte, he intentado que me dijeran cómo poder ir, ya que ahora mismo utilizo muletas y, al no poder apoyar una pierna, me sería imposible entrar y salir de la piscina. Evidentemente tendría que ir a lo que llaman vaso de iniciación, que es lo que a mí me ha recomendado el médico: ir a andar en la piscina para recuperarme de mi lesión y, como yo, cientos de riojanos mayores que van a actividades a esa piscina.
Pues bien, no sólo me han dicho que en La Ribera no podría ir porque solo hay grúa para la piscina habitual, que una persona en silla de ruedas que quiera usar ese servicio ¿cómo lo hace? Si anda mal igual que yo o directamente no anda y le tienen que ayudar ¿cómo lo hacen?
Me han indicado que solo se presta ese servicio en la piscina municipal de Lobete, pero ¿cómo puede llegar allí una persona que no puede andar? Si no se puede llegar ni en coche, que es como yo me puedo mover -con un coche adaptado, evidentemente-, y el autobús te deja a la distancia suficiente como que para ir con muletas sea algo inalcanzable, cuando llegas a la puerta te tienes que volver por que no puedes más del esfuerzo.
Esta es la solución que me han dado, ahora que no se llenen la boca diciendo lo bien que se trata a las personas con movilidad reducida cuando yo no puedo ir ni a la piscina a intentar mejorar mi lesión.
Por no hablar de que no puedo ir ni al centro de Logroño desde hace años, por que señor alcalde igual ha pensado en las bicicletas, en las personas con movilidad reducida que no vamos en silla de ruedas ni se lo plantea. Pagar impuestos sí, lo demás ya es otra cosa.
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