Los casos de virus de viruela del mono continúan a la baja en España, motivo por el que el Ministerio de Sanidad ha suavizado el protocolo de actuación, considerando ahora que no es necesario que aquellos que no están ingresados se aíslen, a menos que presenten un gran número de lesiones que no puedan cubrir.
Tras meses circulando en España, uno de los más afectados por el brote desatado en mayo en países no endémicos, y con 7.336 casos confirmados, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) ha considerado que era necesario revisar la última actualización del protocolo vigente desde agosto ante la bajada de los positivos.
Los pocos casos que se dan continúan siendo identificados fundamentalmente en hombres que tienen sexo con hombres (HSH), y la principal fuente de transmisión es el contacto físico muy estrecho, sobre todo en relaciones sexuales en contextos de alto riesgo.
Se han dado algunos esporádicos en mujeres, menores o ancianos, contactos estrechos de casos confirmados, pero «no se ha evidenciado un desplazamiento a otros grupos poblacionales».
«Actualmente -argumenta- se está produciendo una reducción en el número de nuevos casos tanto en España como en todos los países afectados», que puede atribuirse a «múltiples factores como la saturación de cadenas de transmisión, el efecto de la implementación de las medidas de prevención y control» o la disminución de la exposición tras el periodo estival.
También a cambios en el comportamiento que reducen el riesgo o al efecto de las vacunas, «aunque se desconoce su efectividad real como medida preventiva en la situación actual».
Ante esta situación, los expertos estiman que no es necesario que los casos que no requieran hospitalización se aíslen, aunque sí que continúen minimizando las interacciones, especialmente con población vulnerable, y evitando el contacto físico y las relaciones sexuales hasta que las lesiones -que deben estar cubiertas- hayan cicatrizado por completo, las costras se hayan caído y se haya formado una nueva capa de piel.
Por el contrario, el aislamiento en el domicilio es recomendable para los que tengan un elevado número de lesiones y no puedan taparlas; además, y siguiendo el principio de precaución, se aconseja el uso de preservativo durante las primeras 12 semanas tras finalizar el aislamiento.
La mascarilla quirúrgica, especialmente en aquellos que presenten síntomas respiratorios, sigue siendo recomendable, también para los convivientes cuando se acerquen para prestar cuidados. El afectado deberá tener sus propios utensilios, mantener una adecuada higiene de manos y evitar el contacto con animales silvestres o domésticos.
Respecto a los contactos estrechos, ya no es necesario que se tomen la temperatura durante 21 días tras la exposición, aunque en ese periodo sí deberán «extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales» utilizando de forma constante la mascarilla y absteniéndose de mantener contactos sexuales.
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