La Rioja

César Bona aboga por “adaptar el currículo educativo a la vida, no al revés”

Foto: Abel Alonso, EFE

Sergio Jiménez Foronda

El maestro César Bona, considerado uno de los 50 mejores educadores del mundo, ha afirmado en Logroño que siempre aboga por “adaptar el currículo educativo a la vida, no al revés”, ya que “la educación nace de la mano de la vida”.

Bona (Ainzón, Zaragoza, 1972), licenciado en Filología Inglesa y diplomado en Magisterio en Lengua Extranjera, ha realizado estas declaraciones minutos antes de impartir una conferencia sobre ‘Importancia de los contenidos educativos en la protección de la naturaleza’ en la capital riojana dentro del VI Congreso Nacional de Agentes Forestales.

Este maestro, quien ha formado parte del Jurado de los Premios Princesa de Asturias en la categoría de Comunicación y Humanidades en 2017 y 2018, ha explicado que, en esa adaptación del currículo a la vida, hay que considerar que “dentro de la vida está el lugar donde se vive”.

Por ello, ha proseguido, “qué menos que educar en el respeto” al medio ambiente, “ya no por miedo a lo que pasara si no se hace, sino porque va implícito en la educación del ser humano”.

“Todos nos tenemos que dar cuenta de cuán importante es la labor de los agentes forestares y medioambientales, así como hacer incidencia en la educación porque todo empieza en la educación y ellos hacen una gran labor en este ámbito”, ha subrayado.

Además, ha incidido en que la sociedad debe tomar conciencia de que todas las personas forman parte de “un ecosistema que hay que proteger”, dado que, “antes de la pandemia del COVID-19, ya estaba la crisis climática y parece que, durante la pandemia, el ser humano volvió a ser el centro del universo”.

EFE/ Abel Alonso

Sin embargo, ha continuado, “es el momento de darnos cuenta de que hay que hacer un movimiento juntos, desde todos los ámbitos”, y “la educación es esencial porque su fin debería ser dar herramientas para que nos sepamos relacionar con nosotros mismos, con las personas que tenemos alrededor y con el mundo en el que vivimos”.

Bona ha señalado que, “aunque la educación incumbe a todos, desde las escuelas se puede revertir la educación, es decir, que los niños y los adolescentes pueden educar a los adultos con sus acciones. Hay mucho que enseñar a los jóvenes, pero ellos también tienen mucho que aportar”.

Ha asegurado que es “básico” que el medio ambiente “tenga un peso mucho mayor en las escuelas, haciendo a los alumnos partícipes del lugar donde viven”, ya que “es paradójico que se les educa en las partes de una planta, pero luego salen al recreo y, muchas veces, son lugares asépticos”.

“Es obvio que no podemos hacer que los niños cambien las políticas, pero sí que podemos hacer que, empezando por pequeños gestos, interioricen la importancia que tiene respetar el lugar en el que vivimos”, ha precisado.

Este maestro, autor del libro “Humanizar la educación”, ha resaltado que, de forma habitual, se habla de los niños como “adultos del futuro, pero primero hay que tomarlos como habitantes del presente”.

“Cuando hablamos de innovación, muchas veces se asocia con la evolución tecnológica, pero también va hacia invitar a las raíces, a recuperar lo que somos y a humanizar la educación”, ha dicho.

Y “eso incluye -ha asegurado- hacernos conscientes de que formamos parte de un lugar que, sobre todo, tenemos que proteger”.

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