La UD Logroñés ha ganado al Atlético Baleares (1-2), tras remontar el encuentro en solo un minuto. Un golazo de Dioni ha adelantado a los baleares, pero David Fernández y Doncel han llevado la victoria a La Rioja en la segunda mitad. Siete puntos para los riojanos, que se desquitan del derbi y vuelven a mirar hacia arriba. Falta hacía. Se confirma también la buena actuación como visitante de los riojanos, pues todos sus puntos los ha conseguido fuera de casa. Muy mala noticia la lesión de Serantes al final del encuentro, que ha tenido que quedarse bajo palos por falta de cambios.
Tras el muy mal trago del derbi, Albert Aguilá ha movido algunas piezas en su alineación. El canterano Keita ha jugado de inicio, mientras que Kortazar ha jugado como central. Todo ello, en una enfermería ya con tres inquilinos: Cristian, Boniquet y Pichín. Muchos contratiempos para visitar a un rival que todavía no había ganado. Las áreas han penado a los riojanos en este inicio de temporada y volverían a hacerlo en el Estadio Balear. Un auténtico drama. Y al primer intento, balón a las mallas para los locales.
Foto: Atlético Baleares | Dioni marca el tanto
Pastrana se ha ido por el costado izquierdo y le ha puesto un centro de Dioni, hacia el punto de penalti. Volea espectacular del delantero y bola para adentro. Por algo es de los mejores de la categoría. Un auténtico golazo donde quizá la defensa pudo encimar más. Y seguidamente, la réplica para el otro nueve, Vinicius. Tras botar un córner, ha mandado fuera un balón casi a placer. No pudo aplicar ‘la ley del ex’ y los blanquirrojos tendrían que remar mucho. Y a contracorriente. Los insulares tenían más control sobre un césped pesado. Mientras tanto, la salida de balón suponía un duro sufrimiento para los riojanos.
Un mal envío atrás ha obligado a Serantes a tomar riesgos y robarle la cartera a Dioni. El Baleares conseguía explotar las debilidades ajenas. Salvo algunos intentos de Keita y Doncel, el panorama era gris. Lo único que de verdad funcionaba era Jon Ander Serantes. El vizcaíno ha salvado el 2-0, con una parada maýúscula, a Pastrana. Todo pintaba gris, con demasiadas vías de agua. Los locales salían de forma vertiginosa, con Kaxe, Dioni, Canario y Forniés difíciles de parar en el frente de ataque. Por si fuera poco, Pastrana llegaba desde segunda línea. Muchos ataques balearicos venían por la banda de Lecea. Y otros, por la de Iñaki.
Foto: Atlético Baleares
Además, las ocasiones (las ha habido), no estaban cerca de hacer trabajar a René Román. Tiros fuera de Keita y Doncel y últimos pases que no aparecían. Pasado el descanso, el panorama no cambiado. Por eso, a la hora de encuentro, Aguilá ha introducido a Campins, Arregi y Menudo. Cambios naturales, sin arriesgar mucho más. Al menos, Campins ha probado a Román nada más entrar al campo, con un remate a bocajarro. No se intuía el empate, pero el fútbol cambia en segundos. Y sesenta le han hecho falta a la UD Logroñés para dar la vuelta al encuentro.
David Fernández se ha encontrado un balón en área chica tras un saque de esquina y ha puesto las tablas. Y seguidamente, Doncel se ha inventado una vaselina-cuchara para poner el 1-2 y darle la vuelta al marcador. Un auténtico golazo para transformar una mañana gris en la segunda victoria fuera de casa. Remontada de oro, en una mañana complicada; donde las sensaciones distaban de ser positivas. Y claro está, un nudo menos en una corbata de Albert Aguilá que estaba demasiado prieta tras el derbi. Un bálsamo relajante que convierte un torrente en un río mucho más manejable. ¡Qué bonito es este deporte!
Un juego resultadista como pocos, donde poco importa lo que hayas hecho antes. Con el Atlético Baleares con diez, ya era mucho más fácil. Había que aguantar un poco más. Con los cambios agotados, Serantes se ha roto, incluso con lágrimas en los ojos. Sin posibilidad de ser sustituido, ha tenido que seguir. Siete minutos de añadido y después de todo victoria. La próxima cita: recibir al Sabadell (sábado 18:00).
