Ha sido escuchar el cohete y las calles de Logroño se han convertido en una auténtica fiesta. Las peñas y las charangas lo han empezado a inundar todo con numeroso público en cualquiera de los rincones del centro de la ciudad. Música por todas partes, fiesta por todas partes. Volver de la zona cero de la fiesta ( la plaza del ayuntamiento) al centro de la ciudad ha sido irse topando con signos de que en Logroño, este sábado, no es un día cualquiera.
A la espera de que llegue la hora de los vermús y las comidas, los logroñeses y sus ganas inmensas de disfrutar, después de tres largos años, han dado el do de pecho y han salido a la calle con la intención clara de gozar de cada una de las actividades propuestas. Las palabras del alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, han surtido efecto y todo el mundo ha decidido que era el momento de dejarlo todo a un lado para disfrutar de la calle. Una paella gigante, varias charangas ya entonando los prieros acordes y caras de alegría lo han inundado todo. La antesala perfecta para una jornada que se espera muy larga en las calles logroñesas .
