La Rioja, Asturias y Andalucía fueron las únicas comunidades autónomas que registraron superávit en el primer semestre del año, aunque con cifras modestas del 0,10, 0,02 y 0,01 por ciento del PIB, mientras Navarra y la Comunidad Valenciana rozaron el 2 por ciento, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda.
Las cifras de ejecución presupuestaria indican que las comunidades autónomas aumentaron su déficit hasta los 8.168 millones, un 5,9 por ciento más y un 0,62 por ciento del PIB, debido al efecto contable de los anticipos recibidos en el ejercicio 2021, si bien si se elimina este impacto, el déficit autonómico se reduciría en un 11,8 por ciento.
Contando con ese efecto, Navarra alcanzó el 1,95 por ciento y la Comunidad Valenciana el 1,90 por ciento, seguidas de Baleares (1,39 por ciento), Murcia (1,29 por ciento), Canarias (1,08 por ciento) y Castilla-La Mancha (1,05 por ciento).
En cifras absolutas, la Comunidad Valenciana terminó el semestre con una necesidad de financiación de 2.317 millones de euros y Cataluña de 2.283, muy por delante de Madrid (651 millones), Canarias (494 millones) y Castilla-La Mancha (486 millones). País Vasco está muy cerca del equilibrio, con un déficit de 35 millones, el 0,05 por ciento del PIB.
Según ha indicado Hacienda, el conjunto de la Administración regional mejoró su déficit del 0,64 por ciento del PIB alcanzado en junio de 2021 al 0,62 por ciento, después de que los gastos aumentaran un 3,8 por ciento y los ingresos un 3,7 por ciento.
Los impuestos crecieron un 10,7 por ciento, es decir, 3.525 millones más, destacando los que gravan la producción y las importaciones, que aumentaron un 22,8 por ciento hasta los 9.302 millones, con un crecimiento de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados de un 26,6 por ciento. También subieron los ingresos por impuestos sobre la renta y patrimonio un 7,6 por ciento hasta los 25.491 millones.
Entre los gastos, la remuneración de asalariados creció un 2,6 por ciento debido al incremento salarial del 2 por ciento fijado para 2022, frente al 0,9 por ciento de 2021.
Las subvenciones aumentaron un 18,8 por ciento hasta los 2.211 millones, lo que se compensó con el descenso de los intereses, que disminuyeron un 11,8 por ciento hasta 1.394 millones.
Las transferencias sociales en especie se elevaron un 4,6 por ciento hasta los 16.358 millones, mientras que las prestaciones sociales distintas de las transferencias en especie se incrementaron un 2,6 por ciento. Por su parte, la inversión también creció un 5,6 por ciento respecto a 2021 y alcanzó los 7.010 millones.
