La Rioja

España reserva la segunda dosis de vacuna de «monkeypox» a inmunodeprimidos

El plan de vacunación frente a la viruela del mono («monkeypox») contempla la administración de una única dosis hasta que haya mayor disponibilidad de fármacos, excepto para las personas con inmunodepresión, que sí recibirán el segundo pinchazo a los 28 días del primero para completar la pauta.

A estas personas, así como las mujeres embarazadas y los niños, se les dará la cantidad normal de 0,5 ml de suero por cada pinchazo, mientras que al resto de mayores de 18 años se les inyectará la dosis reducida de 0,1 ml, de acuerdo con las recomendaciones que aprobó ayer la Comisión de Salud Pública.

En la actualización de la Estrategia que el Ministerio de Sanidad ha hecho pública este martes, los directores generales de Salud Pública argumentan que «la disponibilidad de dosis de vacunas para su prevención, tanto actualmente como a corto plazo, es limitada, debido a la alta demanda mundial y a las dificultades para su fabricación», ya que solo las desarrolla un único laboratorio.

Mientras se negocia la adquisición de un mayor número de vacunas, a nuestro país, que ha notificado hoy 6.284 casos, han llegado algo más de 12.000, a las que se sumarán otras 5.000; ante el avance del brote, se hacía necesario revisar las recomendaciones, tanto para la profilaxis preexposición como posexposición.

Priorización de grupos

La estrategia sigue priorizando a personas que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo, fundamentalmente pero no exclusivamente GBHSH (gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con hombres) incluidas dentro de las indicaciones de la profilaxis preexposición al VIH (PrEP) o con infección por el VIH en seguimiento en las consultas hospitalarias.

Como novedad, esta actualización establece que también se empiece a vacunar a quienes no lo estén ya y que cumplan con alguno de los siguientes criterios: tener alto intercambio de parejas sexuales (10 o más en el último año o más de tres en los últimos 3 meses), acudir a lugares específicos para practicar sexo en grupo, o haber presentado infección de transmisión sexual en el último mes.

Además, priman las personas con riesgo ocupacional -como personal sanitario en consultas especializadas en atención de ITS/VIH que atienden a personas con prácticas de alto riesgo y personal de laboratorio que manejan muestras potencialmente contaminadas- o que se encarga de la desinfección de superficies en locales donde se mantienen relaciones sexuales de riesgo, siempre que no se pueda garantizar otros medios de protección.

Mientras, en posexposición priman en la vacunación los contactos estrechos de casos confirmados, sobre todo aquellos con alto riesgo de enfermedad grave (población infantil, las embarazadas y las personas con inmunodepresión), así como personal sanitario y de laboratorio con contacto con casos confirmados y que hayan tenido alguna incidencia en el uso de EPI.

Segundas dosis

A partir de ahora, se inyectará por vía intradérmica un quinto de la cantidad que se venía poniendo hasta ahora de forma subcutánea, con la excepción de embarazadas, menores de 18 años e inmunodeprimidos, a los que se seguirá aplicando el modelo tradicional.

La pauta de vacunación recomendada es de dos dosis con un intervalo de al menos 28 días pero, «debido a la limitación» existente, se administrará la primera y «se esperará a completar la pauta hasta que se disponga de una mayor cantidad de vacunas», salvo las personas con inmunodepresión, a las que sí se les pondrá la segunda inyección con el intervalo aconsejado.

En las personas con antecedente de vacunación frente a la viruela «se puede valorar no administrar la segunda dosis».

Si la vacuna se ha puesto tras el contacto de riesgo, se administrará una sola dosis en los primeros 4 días tras el primer contacto estrecho, aunque podrá ofrecerse hasta los 14 días. La segunda «solo se les ofrecerá si cumplen criterios para la vacunación preexposición» anteriormente descritas y «se seguirán las mismas recomendaciones establecidas para esta vacunación».

Cómo se aplicará la nueva estrategia

Los viales de vacuna están formulados como monodosis de 0,5 ml, de la que podrán extraerse un máximo de 5 dosis de 0,1 ml; si la última dosis extraída es menor de 0,1 ml, deberá desecharse y no se completará «en ningún caso con producto de otro vial».

Una vez descongelados, los recipientes pueden mantenerse 2 meses entre 2 y 8 ºC (en nevera). Para minimizar la posible contaminación por microorganismos, una vez realizada la primera punción en el tapón, el vial deberá estar el menor tiempo posible a temperatura ambiente y un máximo de 8 horas en nevera. Si no se vacuna a personas consecutivamente, también deberá conservarse en nevera.

Según advierte el protocolo, «es importante que la administración por vía intradérmica se realice por personal de enfermería con experiencia o formación en esta técnica de administración».

Para optimizar el aprovechamiento de la vacuna se aconseja el uso de jeringas y agujas que minimicen el volumen muerto; con el objeto de evitar una pérdida residual de volumen en la aguja, se podrá usar la misma para cargar y administrar el medicamento.

El plan recomienda informar sobre la esperada posibilidad de induración y eritema o cambio de color de la piel en el lugar de la inyección. Estas reacciones adversas locales son autolimitadas y reversibles.

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