La Rioja

Una veintena de agricultores, contra el fuego: «No dudamos, había que actuar»

Una veintena de agricultores, contra el fuego: «No dudamos, había que actuar»

Uno de los agricultores que participó en la contención de los incendios con su tractor

Eran poco más de las siete de la tarde cuando saltó la primera voz de alarma. Y en menos de una hora las llamas ya cubrían decenas de hectáreas de cultivos de cereal en los municipios de Santo Domingo de la Calzada, Badarán, Torrecilla sobre Alesanco y Cirueña. Todo iba contracorriente, sobre todo el viento, pero apareció un ejército con grandes ruedas cargando a sus espaldas las armas necesarias para sofocar el miedo.

«No lo dudamos ni un momento. En ese momento no había miedo, sabíamos que había que actuar cuanto antes», recuerda Javier, agricultor de Villar de Torre que en ese momento se encontraba en Torrecilla sobre Alesanco. «Sin organización alguna, pura improvisación. Unos llamaron a otros y cada uno cogió su tractor, enganchó el apero y salió al campo».

Javier, uno de los agricultores que participó en la contención de los incendios con su tractor.

Los propios bomberos asegura que la labor de casi una veintena de agricultores que acudió este martes a la llamada del fuego fue decisiva en el control de los diferentes incendios. Javier recuerda aquellas horas en las que las llamas avanzaban sin frenos con tensión: «Empezó por el río y luego cruzó la carretera. Fue algo impresionante e incluso los bomberos no sabían dónde actuar porque había varios focos diferentes y se les iba de las manos».

Él estuvo dando unas vueltas con su chissel sobre las fincas de cereal colindantes al fuego para evitar su propagación creando cortafuegos. «De no ser por nosotros se quema todo. Y, afortunadamente, la mayoría de la paja estaba recogida, por lo que el fuego tiró menos», asegura, aunque también ardió una finca con fardos de paja.

Y el sentimiento común ante todo este escenario de nervios es que los diferentes focos que aparecieron en las fincas de cereal se prendieron «intencionadamente». Lo sospechan desde el Gobierno regional, desde donde precisan que las «circunstancias» del origen del fuego hacen pensarlo por producirse «en un mismo momento y a una hora muy concreta y en una ubicación geográfica muy particular, con conexiones por carretera muy determinadas».

Y también lo creen los propios agricultores de la comarca. «Se prendió en una cava muy aislada. Si alguien está trabajando se prende en una finca y si alguien está asando no se prende en una cava. Había seis focos en diez minutos», asegura Pedro Alesanco, de Badarán, quien también participó anoche en las labores de contención subido a su tractor.

Los cálculos oficiales apuntan a unas 400 hectáreas de terreno agrícola quemadas, principalmente fincas de cereal ya cosechado (aunque algún trigo todavía por segar no tuvo la misma suerte). El fuego también ha afectado a dos naves agrícolas en Torrecilla sobre Alesanco, amenazando asimismo a dos chalets que lograron salvarse.

 

Los diferentes incendios que han mantenido en vela a cientos de vecinos durante la pasada noche ya están controlados y bajo la supervisión de operarios del CEIS, un retén, un agente forestal y un conductor de un camión autobomba. Los daños podían haber sido mayores y es ahora, tras el paso de la tormenta y con los aires algo más calmados, cuando se evidencia el valor de la colaboración ciudadana, sin apelaciones de terceros, simplemente por voluntad propia.

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