Han vuelto las excursiones de fin de curso y Tierra Rapaz en Calahorra se ha convertido en uno de los destinos predilectos de los colegios, que esta temporada han llegado en gran número para vivir un día en el parque rodeados de animales y naturaleza.
De esta manera, el parque se consolida como una actividad pedagógica encaminada a la conservación del medio ambiente, que las instituciones educativas han sabido valorar, demostrando su máxima confianza en el equipo de biólogos que lo dirige.
“Nunca hubiésemos esperado la llegada en una sola temporada de 19.456 niños, pero la larga espera de los dos años anteriores durante la pandemia, en donde los coles no podían tener su merecida excursión, y las nuevas actividades para ellos que el parque han conseguido esta gran afluencia”, dicen desde el parque calagurritano.
Este fue siempre el objetivo de Tierra Rapaz: alcanzar a los niños para que a través del contacto directo con los animales aprendan sobre ellos y los conozcan mejor. “No se puede defender aquello que no se conoce. Conocer es conservar”, aseguran. En un ordenador en casa, los niños pueden aprender muchas cosas sobre animales, pero ese sentimiento de amor y protección se produce únicamente cuando se convive con ellos.
“Estamos extraordinariamente orgullosos de que en una sociedad cada vez más alejada de los animales y la naturaleza podamos aportar una perspectiva científica y veraz del mundo natural. Los niños piensan que los huevos surgen por arte de magia en las estanterías de los supermercados y la leche la da la vaca, como si fuese ella la que coloca directamente en la estantería la leche, sin que alguien llamado ganadero se levante a las 4 de la mañana para ordeñar, con temperaturas a veces heladoras para que todos nosotros disfrutemos de un buen desayuno”, explican.
El parque se ha convertido así en referente educativo para la divulgación del medio ambiente y la naturaleza de todo el país. Las vistas escolares proceden fundamentalmente de Aragón, Navarra, País Vasco y Castilla y León. Además, la labor educativa del parque prosigue en la actualidad con cerca de 300 niños apuntados al campamento de verano esta temporada, en donde pueden disfrutar de animales y naturaleza en compañía de los mejores profesionales del sector que nos visitan desde las universidades y centros especializados más importantes.
Es curioso ver cómo los profesores universitarios se lo pasan pipa dando clases a niños de entre 3 y 13 años y cómo el interés por aprender es recíproco. Los profesores y expertos en fauna agradecen a los niños su visita y cuentan que también aprenden muchas cosas de ellos, como preguntarse continuamente el por qué de las cosas, el tener la ilusión permanente por aprender o su naturalidad en el contacto con los animales.
