Calzado cómodo, mochilón a las espaldas, sombrero, bastones y alguna que otra concha de vieira entre el equipaje. El aspecto delata a los peregrinos de un vistazo, pero este martes sorprende su notable presencia en la estación de autobuses de Logroño desde primera hora de la mañana.
Son, si cabe, los pasajeros más numerosos en las dársenas, que no es sino una de las consecuencias de los incendios forestales que arrasan Navarra desde el pasado sábado. Aunque el fuego no afecta a la mayor parte del trazado jacobeo, la Policía Foral y la Guardia Civil han prohibido los tránsitos a pie por el Camino hasta que el nivel de emergencia por los incendios caiga, al menos, hasta el segundo escalafón.
“En Puente la Reina nos han dicho que debíamos continuar por autobús hasta Logroño, porque no se podía avanzar a pie”, señalan a NueveCuatroUno dos peregrinas llegadas a la capital riojana, algo sorprendidas porque “entendemos la situación, pero no hemos visto incendios por el Camino.
El motivo por el que se han suspendido los recorridos a pie por el Camino entre Pamplona y Logroño no es otro que la prevención. Todos los medios de emergencias están concentrados en la extinción de los incendios y sus posibles consecuencias (desalojo de municipios y otras incidencias), por lo que los peregrinos corren el riesgo de quedar desatendidos en casos de urgencia.
Los servicios de emergencias consultados por este medio confían en que la situación recupere la normalidad en el Camino a lo largo de este martes, ya que los resultados de las labores de extinción están siendo satisfactorios.
