Gastronomía

Tres pasiones en una misma aventura: apicultura, enología y gastronomía

Segunda edicion de 'Cocinas de Pueblo' | Foto: JPEG Estudio

“Una botella de hidromiel es el resultado final, pero no es el fin sino vivir de acuerdo a la filosofía de nuestros proyectos. Es algo más amplio que una botella”. Moncalvillo Meadery nació en 2018 cuando el enólogo Sergio Sáenz dio a probar varias hidromieles a los hermanos Echapresto. Faltaba afinar el asunto para que el proyecto reflejara Moncalvillo y su entorno, así como mejorar el resultado final. Manos a la obra para unir tres pasiones en una misma aventura: apicultura, enología y gastronomía. Y para ello, dos pilares fundamentales: las colmenas y la bodega.

Para unir ambos puntos, un camino que “debe suponer una apuesta apicultura sostenible”, según ha explicado el propio Sáenz en la jornada ‘Cocinas de pueblo’ celebra este lunes en Daroca de Rioja. Las colmenas se sitúan tanto en La Rioja Baja como en La Rioja Alta. “En ambos entornos buscamos sacar lo mejor de cada uno, centrándonos en el terroir. Seleccionamos puntos muy concretos de la sierra con colmenares muy pequeñitos que nos den todo el terroir de ese asentamiento para transmitirlo a nuestras hidromieles”, ha detallado el enólogo, destacando que elaboran una o dos barricas intentando sacar todo lo que les da ese microentorno.

Ismael Echapresto ha relatado que realizan lo que ellos denominan como la “trashumancia” de las abejas: “Extraemos la miel en verano en Daroca y las trasladamos a los pies de la sierra de Yerga para el invierno. Dejamos una partida pequeña de colmenas en Daroca y el invierno lo pasan en Quel porque es más suave que en la montaña. En primavera cogemos la floración de tomillo y romero hasta que en junio las volvemos a traer a Daroca”. Cuentan con poco más de una docena de colmenas por emplazamento (máximo veinticuatro), en función de las características que quieran buscar.

En la baja montaña, los sitios con romero (carácter floral y acidez), tomillo (aromas intensos y tanicidad) o almendo (notas afrutadas y amargor). En la alta montaña, lugares con brezo (aroma a caramelo), calluna (intensidad y amargor) o miletos (aromas a bosque en otoño y picor). Así, han ido poblando esos sitios que resultan familiares a la gente de la zona como ‘El colorado’, ‘El hondo’, ‘La sillada’ y ‘San Lorenzo’, entre otros. El trabajo extra que supone llegar hasta ellos compensa con el resultado. “Nos da mucho trabajo, pero salen productos diferentes con alma”.

Segunda edicion de ‘Cocinas de Pueblo’ | Foto: JPEG Estudio

“No es un producto que plantemos como si fuera un girasol. Buscamos lo que nos dan las plantas que crecen en nuestro propio entorno: complejidad, toques del clima Atlántico… decidimos ir con las colmenas, entenderlas, ver su ciclo, reproducirlas, seleccionar reinas con la especie ibérica y apostar por la apicultura”, ha proseguido Sergio Sáenz, quien también ha confesado que esta especie de abeja no es tan productiva como otras, pero que sí está adaptada mejor al mejor. “La complejidad que aporta es muy importante”.

El valor de los pueblos

La apuesta por el entorno rural, han reiterado desde Moncalvillo Meadery en ‘Cocinas de pueblo’, supone impulsar producto natural de la zona, la conservación del medio ambiente, el apoyo a la economía local y la fijación de la población. “Una vez que respiras la posibilidad de crear tu proyecto en tu propio pueblo es una satisfacción. El sentido de todo lo tienes cada mañana que te levantas: mantienes tu entorno, colaboras con la gente y haces que el mundo rural no se pierda”.

Ese compromiso social intenta mantener el entorno mediante actividades sostenibles, proyectos comunes y recuperación de patrimonio. “Por nuestra parte, hemos recuperado un pequeño colmenar familiar. Había doce colmenares, lo que quiere decir que es una zona con un potencial apícola bestial”, han indicado, destacando que el proyecto también sirve para limpiar puntos críticos de la Sierra de Moncalvillo, restaurar el patrimonio, realizar jornadas como ‘Cocinas de pueblo’, impulsar la apicultura sostenible y la polinización de flora autóctona.

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