El Trujal 5 Valles de Arnedo se ha llevado el primer premio al mejor Aceite de La Rioja en la categoría de Cooperativas con el que se reconoce su apuesta por la calidad, “y no por la cantidad”. Rafael Calvo insiste en que la almazara intenta elaborar lo antes posible para evitar la pérdida de aromas y crear unos aceites que “generan adicción a quien los consume”.
– ¿Qué aceites triunfan en 5 Valles?
– Contamos prácticamente con todas las variedades que hay en la zona y con ellas hacemos un aceite. Luego trabajamos sobre todo con las autóctonas, como la arbequina, redondilla, negral, royuela… Y este año como novedad hemos realizado un monovarietal de redondilla, así como unas pruebas con royuela y creo que han quedado muy buenos aceites.
– ¿Cómo ha influido la meteorología durante la recolección en el devenir de los aceites 2021?
– Fue una campaña muy rara porque tuvimos que parar las máquinas, ya que no podían entrar a los olivares. Así que se retrasó todo con el inconveniente de que la oliva iba madurando y cuanto más madura, pierde más matices. Hemos tenido que capear con la situación, pero finalmente nos han salido unos buenos aceites aunque con la mitad de kilos que el año anterior.
– ¿Qué papel tienen las almazaras en la potenciación de este cultivo?
– Intentamos concienciar a la gente de que mantengan en buen estado sus olivos porque cuanto más los cuiden, mayor será la calidad. Estamos en ello y parece que lo estamos consiguiendo porque cada vez están plantando más, tanto en intensivo como en superintensivo. Por otro lado, aunque el sistema internacional esté disminuyendo por los costes que supone, también procuramos que las plantaciones que haya se preserven porque el aceite que se saca es de mayor calidad.
