Jorge Arbelaiz, de la Compañía de Vinos Heraclio de Alfaro, se ha subido por segunda vez al estrado para alzar su trofeo a mejor Aceite de La Rioja en la categoría de Frutado Verde en los VI Premios organizados por la Denominación de Origen Protegido Aceite de La Rioja. El año anterior lo hizo con el Frutado Maduro, ¿cuál será el siguiente reconocimiento?
– ¿Qué matices destacan en los aceites de este año?
– Esta vez hemos conseguido embotellar los aromas que te da el campo, esos que huelen a hinojos, alcachofas, espárragos… Todo aquello que se respira cuando paseas por el campo de olivos y que supone una calidad inherente para el futuro.
– ¿Qué marca la diferencia en cada campaña para obtener el aceite deseado?
– La meteorología influye mucho, pero también es determinante el momento de la recolección, las prácticas de poda, el tipo de suelo… Todo son factores y decisiones tomadas sobre el terreno, en el campo, que hacen que al final tú consigas un aceite u otro, unos aromas u otros.
– Dos años comercializando y dos años consecutivos con reconocimiento.
– Así es. Sabíamos que estábamos nominados, pero no esperábamos recibir el premio porque todos los finalistas hemos trabajado lo mejor posible, así que estamos muy ilusionados. Ahora solo queda seguir trabajando y haciendo bien las cosas, siempre escuchando al campo cuando habla.
