El deporte femenino riojano no atraviesa su mejor momento, al menos en lo que a equipo se refiere. Clubes como el Voleibol Logroño o el Diamante Rioja han desaparecido, mientras que entidades referentes como el Campus Promete también corren peligro. El combinado de baloncesto femenino estaría planteándose renunciar a competir la próxima temporada en Liga Endesa (la primera categoría nacional) y de hecho, su entrenador César Aneas no continuará en la capital riojana.
Foto: Campus Promete
A pesar de que las administraciones públicas han puesto su granito de arena en forma de subvenciones y ayudas para fomentar estas disciplinas, algunos proyectos no logran consolidarse.
Por ejemplo, el Gobierno de La Rioja aportó 142.800 euros al Campus Promete, igual que al Haro Rioja Voley (único representante en la élite de su deporte). 55.000 están destinados para el DUX Logroño, tras su descenso a la segunda categoría del fútbol nacional y Pradejón Femenino, que ascendió también a esta división. 51.600 ingresará el Sporting La Rioja (balonmano, segundo escalón español), 35.000 el Promesas EDF Logroño (Segunda de fútbol sala femenino) y por último, 22.200 para el Hockey Milenio, en el máximo nivel nacional de su categoría.
El Ayuntamiento de Logroño, por su parte, aportó 181.087 euros al Promete, 49.750 al Sporting La Rioja y 23.100 al Milenio. En 2020, la corporación municipal de Haro aportó 40.000 euros al Haro Rioja Voley. En definitiva, el apoyo por parte de los poderes públicos es importante; pero faltan más inversiones para hacer los proyectos viables a lo largo del tiempo. Una situación que se agravó con la crisis del COVID-19.
El fútbol sala y el voleibol, un ejemplo de declive
Hace solo algunos años, dos equipos riojanos (Diamante Rioja y Kupsa Teccan) jugaban en la Primera División Española (reconocida como la mejor liga del mundo). El Diamante ascendió en 2004 y se mantuvo hasta la 2016/17 en la élite, llegando a ser cuarto en la 2009/10. Más fugaz fue el paso del Teccan, que llegó a la categoría reina en 2007 y descendió en 2010. Pero durante tres temporadas, dos logroñeses coincidieron en la cima.
Durante aquellos años, la Segunda División también estaba perfectamente nutrida por equipos riojanos, como el San Bernabé y el Cuatro Arcos (Logroño), el Calceatense (Santo Domingo de la Calzada) y el Camino Cienta (Arnedo). Todos ellos, con un porcentaje superior al 90% de jugadoras locales. Y por debajo, una extensa cantera con equipos en categoría territorial, cadetes y alevines, con la que garantizar el futuro.
Hoy en día, solo el Promesas EDF sigue compitiendo en Segunda División Nacional. El resto de equipos ya no están vigentes, pero fruto del trabajo de aquellos años, dos jugadoras riojanas siguen compitiendo en la élite: Marta González Álamos (Penya Esplugues) y Patricia Blázquez (Leganés FS).
Foto: Promesas EDF Logroño
El caso del Voleibol Logroño es todavía más descorazonador, pues el equipo llegó a ser el mejor de España durante varias temporadas consecutivas. Fue campeón de Superliga durante seis temporadas seguidas (2013-14 a 2018-19), además de llevarse siete Copas de España y seis Supercopas. Nunca pudo competir en Europa por problemas económicos, pese a ganarse de sobra ese mérito en las canchas. La crisis del coronavirus y la decisión federativa ‘canceló’ el título de las riojanas, a pesar de que lograron 19 victorias y una derrota.
Con ese triste epílogo, el club se despidió por problemas económicos, aunque mantiene su estructura de cantera hasta la actualidad. Sobrevive en la máxima categoría el Haro Rioja Voley, que finalizó la competición en un sexto puesto, cayendo eliminado por el Socuéllamos en la primera ronda de playoff.
La situación actual del deporte femenino de equipo
El posible adiós a la élite del Campus Promete dejaría al Haro Rioja Voley y al Hockey Milenio como únicos representantes riojanos en categorías nacionales. Un escalón por debajo se sitúan ahora mismo el Sporting La Rioja (balonmano), el DUX Logroño y Pradejón (fútbol) y el EDF Logroño (fútbol sala).
