La UD Logroñés se ha deshecho frente al Deportivo de la Coruña (3-0), en un partido que no ha tenido historia prácticamente desde el inicio. Para el minuto 12, los locales ya iban con dos goles de ventaja. Horrorosa versión de los blanquirrojos, derretidos como un azucarillo. Roto al primer golpe, el equipo suma la tercera derrota consecutiva en su Tourmalet y se queda ya sexta, dos por debajo de los puestos de playoff (53). El Badajoz no ha fallado, así que los extremeños son ahora los dueños de esa plaza. Muy difícil de conseguir, visto lo visto.
Foto: UD Logroñés
Dos llegadas del Deportivo, dos goles. Siniestro total. Minuto 5, William de Camargo ha barrido a Iñaki por el costado diestro, ganando línea de fondo y centrando. En el intento de despeje, Arregi ha despejado en Rueda. El balón no ha salido del área y Quiles ha rematado de chilena, cometiendo juego peligroso claro sobre Paolo Medina. El colegiado no ha decretado nada y Antoñito ha acabado rematando solo a gol. Independientemente de la decisión arbitral, el grado de pasividad defensiva era inconcebible. Primer golpe, ya muy dañino.
Ni había llegado el cuarto de hora y ha sobrevenido otro mazazo, este demoledor. Saque de esquina, Lapeña se anticipa a Rueda y su testarazo acaba en las mallas. Tenía que ser uno de Logroño quien prácticamente echara la persiana a la tarde. Ni esos detalles ya… El lenguaje corporal de los visitantes lo decía todo: desconexión, impotencia, desastre… Los blanquiazules entraban como querían; por banda derecha, siniestra, centro y aire. Solo la mala puntería de Quiles, con dos ocasiones muy claras, ha evitado un marcador mayor.
Foto: Deportivo de la Coruña
Con bajas fundamentales en todas las líneas (Serantes, Fran Rodríguez, Diamanka, Rodri Ríos, Aridane, Castellano lesionado en el calentamiento y sustituido por Parejo…), la UD Logroñés llegaba con lo justo de efectivos y tocado moralmente. Auténtica medicina para unos coruñeses que necesitaban terapia, tras asimilar el ascenso del Racing. En las filas riojanas, nada positivo. Nada en ataque, con Dubasin, Guarrotxena y Alfaro desconectados. Sin cohesión, ideas e identidad, solo existía un equipo en Riazor. Y lo peor, no se percibía ningún remedio.
La tónica continuaba igual y los locales no cejaban en llegar al área. En una de esas, disparo desde la frontal y mano clara de Arregi, despegada dentro del área. Penalti, no ha sido el partido del vasco. Quiles al lanzamiento, abajo a la izquierda. Daza le ha adivinado la intención, deteniendo el lanzamiento. Quizá el único rayo de positividad en medio auténtico desastre. Difícil que el guion fuera más negativo; pero hasta en la peor oscuridad, hay resquicios para meterse. Alfaro ha tenido una buena ocasión, pero no ha acertado a rematar un balón franco.
Foto: Deportivo de la Coruña
Aguilá ha hecho el primer cambio en el 61: Rafa Parejo fuera, Pinillos dentro. Ilusión en vano, ni un tiro a puerta en 90 minutos. Ni siquiera para probar a Mackay. Si el Dépor creaba peligro en un suspiro, los logroñeses no lo hacían en una eternidad. Los rivales conocen perfectamente cómo explotar las inseguridades de la UD Logroñés. Por si había alguna duda, 3-0: centro espectacular de Héctor Hernández y salto poderoso de Quiles y cabezazo a la red. No había plan y la reacción, el debut de Iván Villoslada y minutos para el canterano Andoni.
Salvo un cambio drástico, este equipo no logrará meterse entre los cinco primeros. El periplo ante Racing, Racing de Ferrol y Deportivo ha sido desastroso. Lo raro es que no haya caído una goleada de escándalo tras lo visto en Galicia. Desgraciadamente, casi toca reflexionar acerca del proyecto de la temporada que viene, al que casi con toda seguridad le espera una remodelación completa en plantilla, directiva y cuerpo técnico. Pero mientras tanto, la liga no para y el Zamora visita Las Gaunas (domingo 17:00). El público hablará.
