Gastronomía

La sangre de Francis Paniego triunfa en ‘Masterchef’: “Pensad en un huevo y lo tenéis”

‘MasterChef’ estrenó anoche su décima edición en RTVE con un programa en el que participaron los 50 mejores seleccionados en los castings presenciales. Pepe, Jordi y Samantha eligieron entre ellos a los 16 aspirantes definitivos y el chef riojano Francis Paniego (cuatro estrellas Michelín) puso el broche final a la noche con “su” sangre para la prueba final. Un estreno que se ganó el favor del público, con una media de 1.639.000 espectadores y un 14,9 por ciento de cuota de pantalla.

Los delantales negros se enfrentaban a su primera caja misteriosa y dentro había sangre. Patricia, a pesar de que sus amigos la llaman “vampiresa”, no se siente muy cómoda al pensar que va a tener que trabajar con ella. Para darles algunos consejos, llegó desde Ezcaray a las cocinas Francis Paniego. Cada uno afrontó la prueba a su manera. Desde un arroz hasta una anguila, aunque la mayoría apostó por elaborar un plato salado.

“Con la sangre entramos en pánico, pero estamos ante un super alimento. Se pueden elaborar guisos, sangrecilla encebollada para unir con tomate o huevo, sangre montada con azúcar o unas financieras en las que se cambia el huevo por la sangre. Pensad en un huevo y lo tenéis”, explicó Paniego, quien también incidió en que “se nos llena la boca hablando de sostenibilidad y aprovechamiento… y la sangre es aprovechar el producto”.

 

En las valoraciones de los platos, Paniego se mostró duro con aquellos que dudaron de cocinar con sangre. “No me ha gustado el juego de palabras con Transilvania”, le comentó a Adrián, un concursante que llamó a su plato “puré de Transilvania con solomillo y sus verduras”. “No me gusta nada el nombre. La sangre ya está llena de suficientes connotaciones negativas”.

“Masterchef ha apostado por un producto difícil como la sangre, pero a la vez ha dado un apoyo a toda la casquería, pequeños carniceros y subproductos. Es importante ser serios y transmitir seriedad en nuestro trabajo”, añadió el chef ezcarayense, quien también bromeó con el plato ‘La Roja Habana’ del cubano Giraldo. “Tampoco me gusta el nombre. A mí me gusta la Habana de colores. La Habana roja, ni hablar. Si no lo digo, reviento. Ya está”. Y las risas del jurado.

Por último, una despedida clásica de Pepe y Jordi Cruz. “Vuelve cuando quieras y nos vemos en La Rioja”.

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