Desde finales de los años 70, la golmajería (pastelería) Tupinamba, gestionada por su fundadora María Carmen Cruz junto con sus dos hijas María Jesús y Susana, no ha dejado de innovar, eso sí, sin perder la artesanía y las recetas tradicionales. Tal es así que fue el primer establecimiento que comenzó a personalizar las tartas al deseo del cliente.
Pero la innovación no queda solo en eso, en noviembre de 2011, tras la retirada de la baldosa del vino (San Mateo), dos hojas de parra y dos racimos de uva, de la calle Bretón de los Herreros, la pastelería fabricó en su obrador y puso en venta la ‘Baldosa de Logroño’, en chocolate o en tarta de vino.
Y hay más. Hace unos días, con motivo de la retirada de las baldosas de los peces (San Bernabé) de la calle República Argentina, han vuelto a dar un paso adelante para mantener el recuerdo del patrimonio arquitectónico de Logroño en chocolate, y todos los clientes pueden comprar la ‘Baldosa de los peces de San Bernabé’.
